ALEXANDER, C. (2002). The nature of order. An Essay on the Art of Building and The Nature of the Universe. Book One The phenomenon of Life: Definition of Wholeness
Definición de completud[1]
La completud[2],
W, es una característica del espacio
físico el cual aparece en todos lados, en cada parte de la materia/espacio.
Creo que es susceptible de una clara definición matemática y es caracterizado
por una estructura matemática bien definida.
Considere cualquier región de
espacio, R. Podríamos, por simple
conveniencia, imponer una retícula o malla en el espacio, de tal manera que el
número de puntos sea considerado finito, no infinito. Digamos que R contiene una cantidad de puntos n. En los casos en que se modelara el
mundo real, usualmente habría algo de “colorido” o diferenciación de tipo o
carácter entre los puntos n de R, de manera en que la región tenga una
estructura visible o identificable. El más simple colorido que pudiera producir
una estructura sería una en la cual algunos puntos son negros y los otros
blancos. En el caso bidimensional, R
sería entonces un dibujo en el cual veríamos algún objeto particular. En el
caso en que el colorido no fuera abstracto, sino material, los puntos podrías
tener asignadas etiquetas correspondiente a materiales físicos reales, por
ejemplo, podrían incluir lo sólido o el vacío, o atributos como físicos o
químicos. La región R por lo cual,
tiene la intención de representar una parte del mundo real en su forma y
organización geométrica completa.
Explicaré ahora cómo construir la completud W en la región R. Dentro
de las regiones de espacio R, las cuales contienen n puntos, en las que habría dos subregiones distinguibles 2n.
Podríamos llamar a alguna de esas dos típicas subregiones Si. En lo
subsiguiente, construiremos W
reconociendo que esos son grados relativos diferentes de coherencia los cuales
pueden ser observados en diferentes subregiones Si.
Es un hecho empírico común que
vemos regiones espaciales las cuales tienen diferentes grados de coherencia.
Por ejemplo, consideremos una manzana como un conjunto coherente. Si
consideramos el conjunto de puntos que consisten en la mitad de una manzana,
probablemente lo consideremos como algo menos coherente que la manzana como un
ente completo (…)
Reconocemos la coherencia en el
mundo. Esta coherencia es justo el atributo al cual me he referido durante todo
el Libro I con el término Vida[3].
La estructura de la completud W
descansa en el hecho de que haremos explícitas tales distinciones de la vida, y
las usaremos para erigir una estructura.
Para hacer explícita la idea de
los diferentes grados de vida, introducimos una medida de vida c, en las subregiones de R. Llamaremos a cada posible subregión
de R, Si, el cual tendría un rango de 1 a 2n. La
vida de la i-ésima subregión Si sería entonces ci. Cada ci es un número entre 0 y 1, y a cada subregión de R se
le dará su medida de vida. Las regiones más coherentes tienen una ci cercana a 1, las regiones
menos coherentes tienen un ci
de 0 o cercano a 0.
(…)
En todo lo subsiguiente, sin
importar la definición específica de c, ci,
será entendida simplemente como alguna medida relativa a la vida, en la cual
las regiones más coherentes Si
tienen una vida de 1 y las menos coherentes tienen una medida de 0, y las
demás, valores intermedios.
Llamaré a las subregiones más
coherentes de R, centros. Una región
será considerada más o menos centrada
de acuerdo a su vida. Las subregiones
más coherentes Si, las
cuales tienen un ci cercano
a 1, serán llamados los centros de R. Aún entre los centros, hay grados de
vida relativa -algunos son más coherentes que otros- pero todos ellos
establecen, a través de su vida, un fenómeno de centralismo en el espacio.
(…) la completud W debe ser
entendida como un sistema de centros, conteniendo las regiones más coherentes
en R, ordenadas según rangos a su grado relativo de vida.
(…)
Defino la completud W como el sistema en el cual es creado
por la región R, junto a la medida c y todas las subregiones que tienen una
medida mayor a algún límite preestablecido y que los califica como centros.
Para algunos propósitos prácticos, la completud W es creada por la interacción de la geometría de la región R y el rango del orden en el cual es creado
en los centros de R por c.
(…) el carácter de una configuración
es dado por el sistema particular de subregiones que están conectados, y por la
forma en la que se traslapan y se mantienen esas subregiones conectadas.
(ALEXANDER, 2002a, pp. 446–447)
"(…) Apreciamos cada edificio como una extensión y mejora del territorio. Apreciamos cada cerca y barandilla de escalera como una extensión del edificio. Apreciamos, también, cada parte de cada edificio como una extensión de la ciudad en la que se sitúa, como una extensión de la calle y el barrio. Cada calle es una mejora del territorio. Cada edificio público es una mejora de la ciudad que crece -la cual en sí misma se vuelve más armónica, más profundamente conectada en el bienestar humano. Cada centro es agregado para incrementar y profundizar la armonía. El territorio se solidifica. La comunidad se enraiza. En detalle concreto, el proceso se desarrolla de esta manera:
1. Cada cosa viene del todo.
2. Comienza como una continuidad del territorio.
3. Abraza a la naturaleza, hace naturaleza, es naturaleza.
4. La naturaleza no se compone únicamente por musgo y ríos y árboles: A lo que propiamente debemos llamar naturaleza, es todo lo que continua de una secuencia continua de desdoblamientos, cada uno se desdobla del todo que la precede.
5. Como tal, por supuesto, la naturaleza puede incluir edificios, y caminos y puentes: junto a las rocas y la tierra y los cursos de agua, en su geometría multifacética (…)"
Alexander, Christopher (2005): The Nature of Order. An Essay on the Art of Building and The Nature of the Universe. Book Three A Vision of a Living World, pág. 678
[1] (Traducción libre del
autor)
Definition of wholeness
The
wholeness, W, is a feature of physical space which appears everywhere, in every
part of matter/space. It is, I believe, susceptible to a clear mathematical
definition and is characterized by a well-defined mathematical structure.
Consider
any region of space, R. We may, for convenience, impose a grain or mesh on the
space, so that the number of points is considered finite, not infinite. Let us
say that R contains n points. In cases which model the real world, there is
usually some “coloring” or differentiation of type or character among the n
points of R, so that the region has a visible or identifiable structure. The
simplest coloring which produces a structure is a coloring in which some points
are black, others white. In the two-dimensional case, R would then be a drawing
in which we see some particular object. In the case where the coloring is not
abstract, but material, points may be assigned labels corresponding to actual
physical materials; for example, they might include solid and void, or various
physical or chemical attributes. The region R is thus intended to represent a
part of the real world in its overall geometric form and organization.
I
shall now explain how to construct a wholeness W on the region R. Within the
region of space R, which contains n points, there are 2n distinguishable
subregions. Call a typical one of these subregions Si. In what follows, we
construct W by recognizing that there are different relative degrees of
coherence which may be observed in the different subregions Si.
It is
common fact of experience that we see regions of space which have different
degrees of coherence. For example, we consider an apple to be coherent If we
consider the set of points that consists on half the apple, we shall probably
consider it less coherent than the apple as a whole (…)
We do
recognize coherence in the world. This coherence, is just that attribute which
I have referred to throughout Book I as life. The structure of the wholeness W
relies on the fact that we shall make such distinction of life explicit, and
use them to erect a structure.
To
make the idea of different degrees of life explicit, we introduce a measure of
life c, on the subregions of R. Call each possible subregion of R, Si, where i
ranges from 1 to 2n. The life of the i-th subregion Si is the to be ci. Each ci
is a number between 0 and 1, and every subregion of R is to be given its
measure of life. The most coherent regions have a ci which is 0 or close to 0.
(…) In
all that follows, regardless the specific definition of c, ci, is simply to be
understood as some measure of relative life, in which the most coherent regions
Si have a life 1, the least coherent have a measure 0, and others have
intermediate values.
I
call the most coherent subregions of R, centers. A region will be considered
more or less centered according to its life. The most coherent subregions Si,
which have a ci close to 1, will be called the centers of R. Even among the
centers, there are still degrees of relative life -some are more coherent than
others- but all of them establish, through their life, a phenomenon of centeredness
in space.
(…)
the wholeness W is to be understoond as a system of center, containing the most
coherent regions in R, rank-ordered according to their relative degree of life.
(…)
I
define the wholeness W as the system which is created by the region R,
togetherwith the measure c and all those subregions which have measure more
than some threshold and thus qualify as centers. For some practical purposes,
the wholeness W is created by the interaction of the geometry of the region R
and the rank order which is created on the centers of R by c.
(…)
the character of a configuration is given by the particular system of
subregions that are connected, and by the way these connected subregions
overlap and lie within each other.
[2] N. del A.: Después de
considerar varias posibles traducciones al término Wholeness, entre Holismo,
Integralidad, Completud o Completitud,
decidí por Completud como el término
más adecuado para las intenciones de Alexander, reconociendo que es un término
inexacto.
[3] Cursivas agregadas por el
autor.
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