Montaner, Josep Maria; Muxí, Zaida (2013): Arquitectura y política. Ensayos para mundos alternativos
Montaner, Josep Maria; Muxí, Zaida (2013): Arquitectura y
política. Ensayos para mundos alternativos. Barcelona: Gustavo Gili
Introducción
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La arquitectura tiene una estrecha relación con la vida
humana; por tanto, tiene mucho que ver con el poder político y económico, con
la voluntad colectiva de lo social y de lo común, de lo público y de la
permanencia en el futuro. Son unas relaciones que, por obvias, e incluso por
redundantes, no son fáciles de tratar y actualizar de manera sistemática y crítica
(…)
Cuando aún es recurrente entre ciertos arquitectos seguir
proclamándola falacia de que la arquitectura es neutra, que no tiene nada que
ver con la política, un libro como este resulta imprescindible. Además, más
allá de sus duras críticas, la mirada que propone la obra quiere ser
esperanzadora, tal como expresa su subtítulo: Ensayos para mundos alternativos. Porque la esencia de la
arquitectura es siempre plantear el horizonte de futuro; para ello debe soñar,
y al mismo tiempo, ser realista, es decir, debe conocer bien las preguntas a
las que dar respuesta, debe ser consciente de los efectos que pueden
ocasionarse en dicha realidad y, a su vez, de cómo esta misma va a transformar
el proyecto y, al mismo tiempo, debe imaginar.
Arquitectura y política
La palabra ‘política’ deriva del griego polis; es decir, la ciudad como agrupación ordenada de ciudadanos
libres y diferentes que se autoorganizan en la política para interactuar en el
mundo. Cabe destacar, por tanto, la estrecha relación entre política y ciudad
en sus raíces, y tal como escribió Aristóteles en Política: “La ciudad es, por
naturaleza, una pluralidad; la ciudad está compuesta no solo por individuos,
sino también por elementos especialmente distintos: una ciudad no está formada
de partes semejantes, ya que una cosa es la ciudad y otra cosa es una symmachia[1]”.
Además, la organización de hombres y mujeres para hacer posible la vida en la
polis da lugar a instituciones y organizaciones políticas que se expresan
mediante edificios.
(…)
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Este libro de ensayos recapitula y se centra sobre las
relaciones contemporáneas entre arquitectura y política en diversos sentidos:
reinterpretar la historia entre arquitectura y política en diversos sentidos:
reinterpretar la historia de la modernidad, profundizar en las características
de las sociedades contemporáneas y en sus sectores más vulnerables, establecer
las condiciones y tendencias de las ciudades y metrópolis, visibilizar las
aportaciones al urbanismo y a la política por parte de las mujeres, y sobre todo,
argumentar desde el análisis de la función social del intelectual y del técnico
hasta la dimensión urbana de la arquitectura y sus relaciones con el poder.
En este libro se entiende la política en un sentido amplio,
donde se incorporan también las relaciones de dominio social, cultural, sexual
y económico, unas relaciones extremadamente complejas, como una multitud de
finas capas que se interrelacionan e interactúan y, a menudo, se esconden unas
detrás de otras. De la manera más sistemática posible, el libro intenta
levantar y analizar algunas de esas capas, siempre interpenetradas, por tanto,
con las implicaciones que existen entre ellas, desbrozando algunos de los temas
contemporáneos que relacionan arquitectura y poder, urbanismo y sociedad.
(…) la política es siempre un descubrimiento, y porque la
primera decisión política –en cualquier actividad de teoría, historia y crítica
del arte y la arquitectura- radica en lo que se visibiliza y en lo que se
ignora, en lo que se promueve y en lo que se oculta, en lo que se dice y en lo
que se calla y a quién se silencia.
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La condición posmoderna de la arquitectura
En los últimos años del siglo XX, una época marcada por una
condición finisecular, empezó a tomarse conciencia de una serie de cambios
estructurales estrechamente relacionados: la globalización neoliberal, las
sociedades poscoloniales, los fuertes movimientos migratorios, los cambios
sustanciales en los modos de vivir el espacio y el tiempo introducidos por las
nuevas tecnologías de la comunicación y la información, la crisis ecológica
(con fenómenos trascendentales como el calentamiento global), las ciudades que
han apostado por la arquitectura genérica de los objetos aislados y un planeta
repleto de slums. Dichas condiciones
son también punto de partida para estas reflexiones
En este texto vamos a interpretar la posmodernidad como el
fin de un ideal único, neutral y universal, para dar paso a nuevas y nuevos
protagonistas: realidades y culturas diversas, y la lucha por unos derechos más
reales, de la igualdad en la diferencia.
Tal como ha hecho el profesor de filosofía Karsten Harries,
podemos establecer que la posmodernidad ha tenido una vertiente estética, la
más visible y denostada, pero también una ética, que es la que ha comportado, a
partir de los cambios de paradigma de las nuevas sociedades, una crítica
humanista a la modernidad; en este libro adoptamos y desarrollamos esta
vertiente ética, sus implicaciones y consecuencias, y en los últimos textos
explicaremos en detalle los cuatro cambios que consideramos más destacables:
derechos humanos, sostenibilidad, diversidad y participación.
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Contexto económico
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(…)
En el nuevo escenario mundial que se presenta a principios
del siglo XXI, la ciudad se va convirtiendo cada vez más en el lugar del negocio
financiero, con unos operadores más potentes y más incontrolables que nunca,
que buscan un rendimiento inmediato y un mínimo compromiso con el lugar donde
llevan a cabo la inversión. Cada ciudad es un lugar susceptible de ser
explotado para que contribuya al capital global (…)
Para nuestro objeto de estudio, los dos grandes conceptos
tipo que caracterizan de manera antagónica y dual nuestra época contemporánea
serían la globalización y la sostenibilidad; ambos tienen una enorme
repercusión en los terrenos de la arquitectura y del urbanismo.
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Una visión heredada
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(…) Por tanto, la interpretación crítica de este libro surge
en gran parte, implícita y explícitamente, a partir del pensamiento crítico que
arranca en esos movimientos de posguerra, el estructuralismo y el
postestructuralismo, y que incluyen el proyecto crítico desarollado por la
historiografía italiana –de Giulio Carlo Argan a Manfredo Tafuri- e incorpora
las nuevas aportaciones del pensamiento poscolonial, feminista y
antiglobalización; todo ello con la voluntad de construir un discurso crítico,
de raíz latina y mediterránea, pues hoy no sirven interpretaciones que
pretendan ser deslocalizadas y universalistas.
Un mundo de preguntas
En cada uno de los textos de este libro subyacen series de
preguntas que podrían irse agrupando: ¿Cómo son nuestras sociedades y cómo son
los habitantes actuales de la arquitectura y la ciudad? ¿Cuál es el papel de la
arquitectura y la ciudad? ¿Cuál es el papel de la arquitectura que proyecta
viviendas, espacios públicos y equipamientos en unas sociedades basadas en el
dominio y el control, en unos Estados a menudo poco democráticos y
transparentes, y en unos contextos donde se ha construido una cultura del miedo
y de la inseguridad?
Esto lleva a cuestiones éticas generales: ¿Queda algún
reducto ético, crítico y humanista para la arquitectura y el urbanismo fuera
del consumo y de la especulación de las industrias de la construcción y de la
cultura? ¿Hacia dónde se dirige la utopía de nuestros tiempos? ¿Cuàl sería la
función social de la arquitectura? ¿Cómo puede plantearse una nueva ética para
la arquitectura a favor del medio ambiente, de la igualdad y de la libertad?
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Y, sobre todo, ¿cómo son los reflejos físicos y
territoriales de los procesos políticos y los conflictos globales en la
arquitectura y en las ciudades? Es decir, ¿cómo se refleja en la arquitectura y
el urbanismo el aumento de control y de las fronteras? Y, al mismo tiempo,
¿cómo se desarrollan las alternativas?
Esto nos lleva también a cuestiones sobre la forma
arquitectónica. Las formas siempre transmiten valores éticos, remiten a marcos
culturales, comparten criterios sociales, se refieren a significados, responden
a visiones del mundo, concepciones del tiempo y a ideas definidas de sujeto.
Sin embargo, hay quien sostiene que las formas son neutras ideológicamente y se
cargan de significados según el uso que se les dé (…)
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