ALEXANDER, Christopher (1971): La estructura del medio ambiente
ALEXANDER,
Christopher (1971): La estructura del medio ambiente, Tusquets. Barcelona
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La ciudad
no es un árbol
El árbol de mi titulo no es un árbol verde cubierto de hojas.
Es el nombre de un cierto esquema mental(...) para relacionar estos modelos abstractos
con la naturaleza de la ciudad , tengo que hacer ante todo una pequeña distinción. Llamaré ciudades naturales a aquellas
que sé
crearon de un modo mas o menos espontáneo a lo largo de muchos años. Y llamaré ciudades artificiales a
aquellas ciudades y fragmentos de
ciudades, que han sido creados deliberadamente por diseñadores y planificadores.
(...)
Cuando las comparamos con ciudades antiguas, que ya adquirieron la pátina de la vida, nuestros
intentos actuales de crear ciudades artificiales son, desde el punto de vista
humano, un completo fracaso.
(...)
El público en general, que no
aprecia el arte, en lugar de agradecer a los arquitectos por lo que están haciendo, considera la
irrupción de
edificios modernos y ciudades modernas como algo triste e inevitable (...)
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Creo que
una ciudad natural tiene la organización de un semirretículo; en cambio, cuando organizamos artificialmente una
ciudad, lo hacemos como un árbol.
Tanto el árbol como el semirretículo son interceptaciones de cómo una amplia agrupación de varios pequeños sistemas puede formar un
sistema abierto y complejo. En general, estas son denominaciones que indican
dos estructuras de conjuntos diferentes.
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El axioma
del semirretículo es el siguiente:
Una familia de conjuntos forma un semirretículo si, y solo
si, cuando se sobreponen dos conjuntos que pertenecen a la familia, el conjunto
de elementos comunes a los dos pertenece también a la familia.
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El axioma
del árbol
establece lo siguiente:
Una familia de conjuntos forma un árbol si, y solo
si, tomados dos conjuntos que pertenecen a la familia, uno está o bien
contenido por entero en el otro, o bien separado por entero del otro.
(...) un árbol, constituido de 20
elementos, puede contener como máximo 19 subconjuntos además de los 20 constituidos por
cada elemento aislado, mientras que un semirretículo, constituido por los
mismos 20 elementos, puede contener mas de un millón de subconjuntos distintos
(...) y es precisamente esa falta de complejidad estructural, característica de los árboles, la que está lisiando nuestros conceptos
de la ciudad.
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(…) El semirretículo es difícilmente comprensible para la mente,
y por lo tanto, difícil de manejar.
Hoy en dia, se sabe que la agrupación y la categorización están
entre los procesos psicológicos más primitivos. La psicología moderna trata el
pensamiento como un proceso que consiste en colocar nuevas situaciones en
casillas y ranuras de nuestra mente. Del mismo modo que no se puede colocar
algo físico dentro de más de una casilla a la vez, por analogía, los procesos
mentales impiden que se coloque una construcción mental dentro de más de una
categoría mental a la vez. El estudio de esos procesos indica que estos surgen
esencialmente de la necesidad del organismo de reducir la complejidad de su
entorno levantando barreras entre las distintas situaciones con las que uno se
encuentra.
Por eso, porque la primera función de la mente consiste en
reducir la ambigüedad y la superposición en una situación confusa y porque,
para ello, la mente está dotada de una innata intolerancia por la ambigüedad,
las estructuras como la ciudad, que requieren conjuntos que se superponen, se
conciben siempre como árboles.
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¿Qué es algo real? Algo que se acepta a sí mismo, que está
consubstanciado con su propia naturaleza, que no tiene pretensiones; algo que
es directo y simple, es decir, total.
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¿Cómo pueden cooperar millones de actos individuales de
edificación de manera tal que el medio ambiente por ellos creado, incluso a pesar
de los incesantes cambios, sea coherente, total y real, como una unidad en cada
instante de su vida?
Este problema no podrá ser solucionado hasta encontrar una
respuesta para las tres siguientes cuestiones:
1 ¿Qué es exactamente un medio ambiente real y total? ¿De qué
condiciones depende un medio ambiente para ser total?
2 ¿Cómo podemos ver el conjunto de nuestro medio ambiente en su
unicidad plena de modo tal que el amplio y gradual trazado de bosques y
caminos, la ubicación de las construcciones, el diseño detallado de casas y
ventanas, sean todos parte de un cuadro integrado?
3. ¿Cómo pueden ser coordinados sin un control totalitario los
millones de actos personales de edificación que crean el medio ambiente, a fin
de producir un todo coherente, que permita a cada uno permanecer libre e
individual?
En este momento no sabemos cómo responder a ninguna de las tres
preguntas. La finalidad de este libro es intentar contestarlas. Para hacerlo,
he dividido el mismo en tres partes principales.
La primera parte se ocupa del problema de la totalidad. Tiene tres
secciones. Primero, defino el concepto de medio ambiente total como aquel que
permite a sus participantes llegar a ser personas totales por medio de sus
propios esfuerzos. Luego describo el proceso por el cual se crea un medio
ambiente, y destaco que todo medio ambiente, ya sea total o no, siempre se
establece a partir de un sistema combinatorial de imágenes, que denomino
lenguaje de patterns. Por último,
señalo que cuando los lenguajes de patterns
usados por los constructores de medio ambientes son privados y fragmentarios,
como lo son actualmente, es inevitable que generen otros entornos también
fragmentarios. Para hacerlo total debemos hallar la forma de unificar nuestros
lenguajes de patterns y de
convertirlos también en totales.
En la segunda parte del libro, intento demostrar cómo se puede
construir un lenguaje de patterns
compartible. Defino en primer término, el concepto de un pattern explícito, y luego defino un lenguaje de patterns compartible como un sistema de patterns explícitos. Segundo, defino un
lenguaje como total cuando comprende todas y cada una de las características de
un medio ambiente, y tiene la capacidad de generar un medio ambiente total.
Señalo, también que un medio ambiente puede llegar a ser total, gradualmente, a
partir de la evolución en pequeñas etapas de sus patterns individuales.
Tercero, enseño cómo cualquier persona (no sólo un diseñador) que use un
lenguaje de patterns compartible y total puede utilizarlo para crear medio
ambientes totales y reales.
En la tercera parte del volumen, describo el proceso evolutivo
por el cual todos los constructores de medio ambientes pueden llegar
gradualmente a compartir un leguaje de patterns que sea total. Primero, indico
en términos prácticos, cómo la creación, evolución, y uso de un lenguaje de
patterns total, pueden trasladarse, en etapas, de las manos de los diseñadores
profesionales a las de todos los miembros de la sociedad en general. Segundo,
describo el fenómeno por el cual la creación evolución en común de un leguaje
de patterns compartible representa la evolución de una cultura: significa la
posibilidad de trazar un cuadro de una forma de vida en la cual podemos ser
totales. Y por último, destaco el cambio radical de actitud que esto requiere.
El diseño no es meramente la creación de objetos individuales, sino que es
genético; su finalidad es crear procesos genéticos desde los cuales pueda
desarrollarse un medio ambiente total, del mismo modo que una planta crece a partir de una semilla.
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