Fernández, Roberto (2013): Crítica ambiental del proyecto, en Arquitectura y ciudad. Del proyecto al ecoproyecto
Fernandez, Roberto (2013): Arquitectura y ciudad. Del proyecto al
ecoproyecto, Nobuko, Bogotá
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CRÍTICA AMBIENTAL DEL PROYECTO
Arquitectura y ciudad: de lo natural a lo sustentable; del
proyecto al ecoproyecto
Introducción
El desarrollo de esta alternativa proyectual -o pos-proyectual-
puede relacionarse con el pasaje, si se quiere, de la noción moderna -en el
sentido de la larga duración de los cuatro siglos que unen Renacimiento y
Movimiento Moderno- de proyecto a la noción pos-moderna de ecoproyecto (...)
-La idea de proyecto es histórica -o historizada-: es decir, no se
trata de un elemento consustancial al pensamiento y práctica de la
arquitectura, si bien la domina empíricamente en esos cuatro siglos de
modernidad. Hubo arquitectura extra-proyectual (o pre-proyectual, o
para-proyectual) -por ejemplo, en el modo de pensar y construir las catedrales
góticas- y por tal razón, puede haber una arquitectura que podría imaginarse
como pos-proyectual.
La condición histórica de la noción de proyecto -esto es: su
delimitación temporal- también implica una condición no universal, es decir, un
grado diferente de desarrollo según las diferentes configuraciones geoculturales
que se montaron durante los cuatro siglos citados. Si bien una clave del
programa del Movimiento Moderno en Arquitectura, fue la voluntad de
universalizar un concepto de proyecto, ello nunca llego a plasmarse como tal,
como situación que se corresponde con el fracaso de la ilusión iluminista de
una sociedad de iguales (…) resulta un concepto no universal, de diferente
grado de despliegue según las diferentes culturas (y de sus distancias relativas
frente al modelo eurocéntrico ideal de una civilización mundial burguesa,
urbana, ilustrada y emancipada).
De hecho, una característica epocal que buscaríamos analizar,
podría implicar una profunda transformación de la noción de proyecto en otra
concepción que acá vamos a conceptualizar como ecoproyecto.
16-17
La idea moderna de proyecto -en el contexto de la citada
modernidad larga: digamos, entre Alberti y Le Corbusier- expande el pensum y el
modus (teoría y práctica) de la arquitectura a una dimensión idealmente urbana,
en la que [1] se acepta la progresividad históricamente inevitabel de habitar
en configuraciones urbanas y [2] se concibe la arquitectura -y su dispositivo
fáctico preferente: el proyecto-como el ámbito epistemológico que debe hacerse cargo de tal
hipótesis (la construcción de ciudades). Esta concepción implica desnaturalizar
aquello que podría entenderse como pre-urbano (la naturaleza, el territorio, el
paisaje dominado por los elementos naturales, etc.) en el sentido de equiparlo
técnica y culturalmente a fin de generar la cualidad de urbanidad.
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Proyecto y naturaleza
Tres modos de proyecto (instalación, representación, operación)
requerirían así a tres modos de actuar en/ con la naturaleza haciendo
respectivamente que el proyecto se defina como tal en, como y con la
naturaleza, según puede ordenarse en el gráfico siguiente:
ATRIBUTO DEL PROYECTO
|
RELACIÓN
PROYECTO/NATURALEZA
|
PROYECTO COMO
INSTALACIÓN
|
PROYECTO EN LA
NATURALEZA
|
PROYECTO COMO
REPRESENTACIÓN
|
PROYECTO COMO NATURALEZA
|
PROYECTO COMO OPERACIÓN
|
PROYECTO CON LA
NATURALEZA
|
Si bien parece posible que
estas hipótesis puedan tener que ver con la formalización epistemológica del
proyecto -y su se quiere, del modo de pensar/actuar proyectual- no necesariamente
debería relacionarse este esquema con un criterio histórico evolutivo, aunque
sin embargo existirían referencias epocales que dan cuerpo o hegemonía a un
modo de relación respecto de otros.
36-37
Así, el proyecto entendido
como instalación, al definirse el acto proyectual en una instalación o domesticación
de una porción de una inclusiva y excesiva naturaleza, parece vincularse a la
institución de la cultura como sistema de ideas preformativas de la instalación
humana en entornos naturales, en el sentido desarrollado por la antropología
culturalista y en la perspectiva filosófica, por las ideas heideggerianas de
cultivo – cultura – construcción (…) y en quien, por otra parte, todo proyecto
no entendido como instalación no resulta verdadero en tanto inviable en la
fundación de un morar como ser-edificar.
37
La clase de proyecto cuya
relación con la naturaleza se define mediante la representación, implicaría la
voluntad imitativa, es decir, el forjado de la idea de arte clásico como ejercicio
mimético, según el cual, el resultado de esta praxis (poiesis en realidad) debe
garantizar un efecto de apariencia -el proyecto debe imitar a la naturaleza
engendrando una cosa que retenga atributos de referencialidad, no necesariamente
de realidad- que por una parte permitirá cierto control en la reproducción poiética
(en base a la mímesis como canon) y por otra parte, una tendencia abstracta
(basada en la creciente autonomía del lenguaje del canon imitativo) sin embargo
funcional en el mantenimiento de un espíritu repetitivo normado por el cual la
naturaleza originaria podría albergar una naturaleza histórica.
De allí que el arte
clásico se hace neoclásico, al pasar de origen mimético natural a la imitación (histórica)
de las imitaciones originarias.
El proyecto entendido como
operación supone entender la naturaleza como dotada, en un sentido de
materialidad (es decir, no sólo o no tanto, una entidad filo-religiosa, una suerte
de suprahumanidad o matriz biológica del ser humano como ser natural) y en otro
sentido, de una entidad sistémica compleja.
Desde la perspectiva del
desarrollo científico-tecnológico iluminista-cientificista-positivista (es
decir, desde el fundamental siglo XVIII), la naturaleza podrá fungir como
materia prima de diversas operaciones entendibles como transformaciones, de tal
materialidad básica.
La naturaleza podrá ser así,
enteramente intervenida y funcionalizada tanto para la optimización de su ocupación
antrópica (adviniéndose a la tecnologización de la instalación) como para su
productivización generadora de mercancías
37-38
Esta instancia de proyecto
operativo o transformativo sin embargo diferirá poco a poco en dos formas
diversas y aún antagónicas de visualizar a la naturaleza como horizonte o telos
de su operación transformativa; formas que devienen diferentes en tanto son
diferentes sus maneras de entender la naturaleza, aún en esa mirada
materialista-cientificista.
Se trata, por una parte,
de una evaluación orientada a pensar en la infinitud de lo natural y otra, más
bien consciente de su finitud; miradas o construcciones diversas y aún
contradictorias ya que la idea de infinitud debería asociarse con
modelizaciones científicas cerradas (o previa a la segunda ley de la
termodinámica) y la idea de finitud se articula paradójicamente, en el concepto
de sistemas abiertos.
Someramente podríamos
relacionar estas dos alternativas de entender al proyecto con la naturaleza (es
decir: el proyecto activo, transformativo u operativo con la naturaleza
entendida como materialidad disponible) con la idea del proyecto urbano moderno
y la idea de ecoproyecto (o si se quiere, proyecto posurbano posmoderno), según
el siguiente gráfico de síntesis:
TIPO DE PROYECTO
|
RELACIÓN PROYECTO CON LA
NATURALEZA
|
Proyecto urbano moderno
|
Naturaleza infinita y
cerrada
|
Ecoproyecto
|
Naturaleza finita y
abierta
|
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