¿Que es ser contemporaneo?
Selim Abdel CASTRO SALGADO, M. Arq. //Doctorado en Arquitectura y Urbanismo
Módulo 1: Introducción al Conocimiento Científico
Tema 1. Comentarios al texto ¿Qué es lo contemporáneo? De G. Agamben. Desnudez. (pp. 17–29). Buenos Aires: Adriana Hidalgo.
Agamben, G. (2011). ¿Qué es lo contemporáneo? In Desnudez (1st ed., pp. 17–29). Buenos Aires: Adriana Hidalgo Editora.
Deleuze, Gilles; GUATTARI, F. (2002). Capitalismo y esquizofrenia. Neuron (Vol. 72). https://doi.org/10.1016/j.neuron.2011.08.019
NIETZSCHE, F. (n.d.). Consideraciones intempestivas. Retrieved from https://rfdvcatedra.files.wordpress.com/2013/08/nietzsche-consideraciones-intempestivas.pdf
"Por lo demás, detesto todo aquello que únicamente me instruye pero sin acrecentar o vivificar de inmediato mi actividad (…) necesitamos la historia para la vida y la acción, no para apartarnos cómodamente de la vida y la acción" (NIETZSCHE, n.d., p. 18, en De la utilidad y los inconvenientes de la Historia para la vida.)
Este texto de Nietzsche –parafraseándolo a él mismo- a manera de Ceterum censeo, nos coloca en el contexto justo para poder abordar la idea de un posicionamiento histórico orientado al pensar para hacer, una ética de nuestro lugar histórico. Nietzsche en esta introducción nos remite a su momento histórico -cargado de un nacionalismo historicista- que él rechaza por considerar “superfluo”. Una primera indicación que nos da Agamben a la pregunta que abre el capítulo del libro ¿Qué es lo contemporáneo? y "¿De quién y de qué somos contemporáneos? Y sobre todo, ¿qué significa ser contemporáneos?", es sugerido por Nietzsche (n.d., p. 19) en el citado texto:
"(…) no sé qué sentido podría tener la filología clásica en nuestro tiempo si no es el de actuar de una manera intempestiva , es decir, contra el tiempo y, por tanto, sobre el tiempo y, yo así lo espero, en favor de un tiempo venidero"
En el entendido de que "Lo contemporáneo es lo intempestivo", según Barthes . Por otro lado Agamben afirma:
"Pertenece en verdad a su tiempo, es en verdad contemporáneo, aquel que no coincide a la perfección con este ni se adecua a sus pretensiones, y entonces, en este sentido, es inactual; pero, justamente por esto, a partir de ese alejamiento y ese anacronismo, es más capaz que los otros de percibir y aferrar su tiempo"
Esto nos recuerda inevitablemente a Gabriel Orozco diciendo que no existe público para el arte actual, pues al ser contemporáneo la pieza artística debe estar en el límite de la cultura, abriendo camino a nuevas ideas, idea que puede ser confrontada con la cita "El locutor-oyente ideal no existe” de (Deleuze, Gilles; GUATTARI, 2002). Al final nos explica Agamben (2011, pp. 18–19) que:
"La contemporaneidad es, pues, una relación singular con el propio tiempo, que adhiere a este y, a la vez, toma su distancia; más exactamente, es esa relación con el tiempo que adhiere a este a través de un desfase y un anacronismo. Quienes coinciden de una manera demasiado plena con la época, quienes concuerdan perfectamente con ella, no son contemporáneos ya que, por esta precisa razón, no consiguen verla, no pueden mantener su mirada fija en ella."
Anacronismo como fuera del tiempo, pues más adelante (p.25-26) el mismo nos plantea:
"El tiempo de la moda está, por ende, constitutivamente adelantado a sí mismo y, justamente por eso, también siempre retrasado, siempre tiene la forma de un umbral inasible entre un "no todavía" y un "ya no". Es probable que, como sugieren los teólogos, eso dependa de que la moda, al menos en nuestra cultura, es una signatura teológica del vestido (…) Los historiadores de la literatura y del arte saben que entre lo arcaico y lo moderno hay una cita secreta, y no tanto porque las formas más arcaicas parecen ejercer en el presente una fascinación particular, sino porque la clave de lo moderno está oculta en lo inmemorial y lo prehistórico. Así, el mundo antiguo en su final se vuelve, para reencontrarse, hacia los orígenes: la vanguardia, que se extravió en el tiempo, sigue a lo primitivo y lo arcaico. En ese sentido, justamente, puede decirse que la vía de acceso al presente necesariamente tiene la forma de una arqueología."
Además de esto, el autor afirma que el verdadero contemporáneo ve la oscuridad de su época como algo que le incumbe y le habla directamente a él, pues:
"(…) me gustaría proponerles una segunda definición de la contemporaneidad: contemporáneo es aquel que mantiene la mirada fija en su tiempo, para percibir, no sus luces, sino su oscuridad (…) percibir esa oscuridad no es una forma de inercia o de pasividad sino que implica una actividad y una habilidad particulares que, en nuestro caso, equivalen a neutralizar las luces provenientes de la época para descubrir su tiniebla, su especial oscuridad, que no es, sin embargo, separable de esas luces (…) ¿Acaso la oscuridad no es una experiencia anónima y por definición impenetrable, algo que no está dirigido a nosotros y no puede, por lo tanto, incumbimos? Por el contrario, contemporáneo es aquel que percibe la oscuridad de su tiempo como algo que le incumbe y no cesa de interpelarlo, algo que, más que cualquier luz, se dirige directa y singularmente a él (…)Por eso los contemporáneos son raros; y por eso ser contemporáneos es, ante todo, una cuestión de coraje: porque significa ser capaces, no sólo de mantener la mirada fija en la oscuridad de la época, sino también de percibir en esa oscuridad una luz que, dirigida hacia nosotros, se nos aleja infinitamente. Es decir, una vez más: ser puntuales en una cita a la que sólo es posible faltar. (2011, p. 21)"
Más allá de esto, la contemporaneidad -como momento, como actualidad, como presente- es fugaz e inasible. Al mismo tiempo referencia al pasado, que nos permite vislumbrar el futuro, colocándose entre ambos. Una sustancia -un arkhé-, lo fundamental y abstracto de nuestro tiempo histórico:
"La contemporaneidad se inscribe, en efecto, en el presente, signándolo sobre todo como arcaico, y sólo aquel que percibe en lo más moderno y reciente los índices y las signaturas de lo arcaico puede ser su contemporáneo. Arcaico significa: próximo a la arché, es decir, al origen. Pero el origen no se sitúa solamente en un pasado cronológico: es contemporáneo al devenir histórico y no cesa de operar en este, como el embrión continúa actuando en los tejidos del organismo maduro, y el niño, en la vida psíquica del adulto (…) Nada más ejemplar, en este sentido, que el gesto de Pablo, en el punto en que experimenta y anuncia a sus hermanos esa contemporaneidad por excelencia que es el tiempo mesiánico, el ser contemporáneos del Mesías, que él llama justamente el "tiempo-de-ahora" (ho nyn kairós). Ese tiempo no sólo es cronológicamente indeterminado (la parusía, el retorno de Cristo que marca su fin, es cierta y cercana, pero incalculable)" (p.26-28)
Podemos concluir entonces que la contemporaneidad es un tiempo que en realidad se encuentra en el horizonte, es inalcanzable, pero la única manera de abordarlo es con esa misma lejanía. Una lejanía asintótica y teleológica. Finalmente, recordemos que según Nietzsche (n.d., p. 28):
"En tres aspectos pertenece la historia al ser vivo: en la medida en que es un ser activo y persigue un objetivo, en la medida en que preserva y venera lo que ha hecho, en la medida en que sufre y tiene necesidad de una liberación. A estos tres aspectos corresponden tres especies de historia, en cuanto se puede distinguir entre una historia monumental, una historia anticuaria y una historia crítica."
La del creador, que busca inspiración en lo realizado, en la del conservador –en toda la extensión de la palabra- para dar a conocer las glorias del pasado y la del que requiere su superación, inconforme con los sucesos de su actualidad. Cómo nos coloquemos en él es un proyecto, futuro reflejado e inasible, pero que es mejor perseguir -anhelar- a olvidar y descartar
Fuentes citadas
Agamben, G. (2011). ¿Qué es lo contemporáneo? In Desnudez (1st ed., pp. 17–29). Buenos Aires: Adriana Hidalgo Editora.
Deleuze, Gilles; GUATTARI, F. (2002). Capitalismo y esquizofrenia. Neuron (Vol. 72). https://doi.org/10.1016/j.neuron.2011.08.019
NIETZSCHE, F. (n.d.). Consideraciones intempestivas. Retrieved from https://rfdvcatedra.files.wordpress.com/2013/08/nietzsche-consideraciones-intempestivas.pdf
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