¿Qué es un Paradigma? Kuhn/ Foucault/ Agamben/ Eisenman

Selim Abdel CASTRO SALGADO, M. Arq. //Doctorado en Arquitectura y Urbanismo
Módulo 1: Introducción al Conocimiento Científico
Tema 3: ¿Qué es un paradigma?

Sólo un pensamiento que no esconde su propio no-dicho, sino que de manera incesante lo retoma y lo desarrolla, puede pretender eventualmente ser original. (Agamben, 2010, p. 3)
La lectura del primer capítulo del texto Sobre el Método (Signatura rerum) de Giorgio Agamben (2010) respecto a ¿Qué es un paradigma? y sus reflexiones en cuanto a la diferencia de aproximación metodológica e instrumental entre el pensamiento de Tomas Kuhn y Michel Foucault –Paradigma (En su acepción de Matriz disciplinar[1] y en el de elemento singular de este conjunto[2]) vs. Figura Epistemológica (o Umbral de epistemologización) respectivamente- nos remiten de inmediato a la idea de las obras paradigmáticas en nuestra disciplina.

Uno de los ejemplos más recientes y destacados al respecto se puede encontrar en la figura del libro de Peter Eisenman (2011) Diez edificios canónicos 1950-2000. Mismo que sus primeras palabras abre con una cita del mismo Foucault, citado por Stan Allen en el prólogo titulado: El canon de Eisenman: una contramemoria de lo moderno:

La historia ‘eficaz’ priva al yo de la tranquilizadora estabilidad de la vida y de la naturaleza y no se permitirá a sí misma ser transportada por una muda obstinación hacia un final milenario. Arrancará de raíz sus cimientos tradicionales y perturbará implacablemente su pretendida continuidad. Esto se produce porque la historia no está hecha para comprenderla, sino para recortarla. Michel Foucault citado por Stan Allen en (EISENMAN, 2011, p. 9)
¿De qué manera plantea Eisenman lo que es un edificio canónico? ¿Tiene realmente alguna relación con las nociones de Paradigma o de Figura Epistemológica? Allen nos dice:
En el pasado a menudo se le ha criticado a Eisenman por su dependencia de conceptos exteriores a la arquitectura. Con este trabajo analítico, declara explícitamente que son los propios edificios los que constituyen la fuente de ideas en arquitectura, y no los conceptos filosóficos aplicados que proceden del exterior de la disciplina (…) Eisenman opera sobre la base de una idea de lo canónico bastante poco ortodoxa que le acerca mucho más a la idea de historia “eficaz” de Michel Foucault que a aquella conservadora de querer mantener un canon intemporal y firme (…) Eisenman identifica como canónica la “divergencia liberadora” de los momentos marginales o aparentemente insignificantes de la arquitectura, En otras palabras, la innovación se produce cuando se absorbe aquello que anteriormente resultaba marginal en la disciplina, provocando ajustes internos (en) su lógica interna (…) “El propósito de la historia –escribe Foucault- no es descubrir las raíces de nuestra identidad, sino comprometerse a que desaparezcan”. “Una obra canónica –escribe Eisenman- es una bisagra, una ruptura; en otras palabras, una premonición de algo que necesariamente señala un cambio”. Para Eisenman (un lector atento de la obra de Michel Foucault) el cometido de la historia es hacer visible la contradicción y la discontinuidad. Stan Allen en (EISENMAN, 2011, pp. 9–10)
Parece acercarse, por lo tanto a la noción de Paradigma de Kuhn, en el sentido de que no se plantea la crítica de control socio político enunciada por Foucault, si no que en realidad se plantea desde el pensamiento disciplinar, a manera de la segunda concepción de Kuhn, en el supuesto de que: “el paradigma es simplemente un ejemplo, un caso singular que, a través de su repetibilidad, adquiere la capacidad de modelar tácitamente el comportamiento y las prácticas de investigación de los científicos”.
Es quizá una idea más cercana a Foucault preguntarse por aquellos modelos arquitectónicos de control social como los planteados por él mismo en Surveiller et punir, respecto al Panopticon de Jeremy Bantham (1791) como
«modelo generalizable de funcionamiento»; «panoptismo», o sea, precisamente «principio de un conjunto» y «modalidad panóptica del poder». Como tal, es una «figura de tecnología política que puede y debe disociarse de todo uso específico» (…) No es sólo un «edificio onírico», sino el «diagrama de un mecanismo de poder llevado a su forma ideal» (ibíd.). Funciona, en resumen, como un paradigma en sentido propio: un objeto singular que, valiendo para todos los otros de la misma clase, define la inteligibilidad del conjunto del que forma parte y que, al mismo tiempo, constituye. (Agamben, 2010)
 Radicales posibilidades de exploración resultan del planteamiento de Agamben sobre las posibilidades metodológicas paradójicas y aporísticas del paradigma. Puesto que éste construye su propia referencialidad, como un “tercero analógico”:
El locus classicus de una epistemología del ejemplo se encuentra en los Primeros analíticos. Aquí Aristóteles distingue el procedimiento por paradigmas, de la inducción y de la deducción. (…) Mientras la inducción procede, entonces, de lo particular a lo universal y la deducción de lo universal a lo particular, lo que define al paradigma es una tercera y paradójica especie de movimiento, que va de lo particular a lo particular (…) El estatuto epistemológico del paradigma se vuelve evidente sólo si, radicalizando la tesis de Aristóteles, se comprende que pone en cuestión la oposición dicotómica entre lo particular y lo universal que estamos habituados a considerar como inseparable de los procedimientos cognoscitivos y nos presenta una singularidad que no se deja reducir a ninguno de los dos términos de la dicotomía. El régimen de su discurso no es la lógica, sino la analogía (…) En La linea e il circolo [La línea y el círculo], Melandri ha mostrado que la analogía se opone al principio dicotómico que domina la lógica occidental. Contra la alternativa drástica «o A o B», que excluye al tercero, la analogía siempre hace valer su tertium datur, su obstinado «ni A ni B». La analogía interviene, pues, en las dicotomías lógicas (particular / universal; forma / contenido; legalidad / ejemplaridad, etc.) no para componerlas en una síntesis superior, sino para transformarlas en un campo de fuerzas recorrido por tensiones polares (…)Sólo desde el punto de vista de la dicotomía, el análogo (o el paradigma) puede aparecer como un tertium comparationis (…)y si se busca aferrado a través de cesuras bivalentes se llega necesariamente a un indecidible (…) Quizás en ninguna parte la relación paradójica del paradigma con la generalidad es expresada con tanta fuerza como en el pasaje de la Kritik der Urteilskrafi [Crítica del juicio] en el que Kant piensa la necesidad del juicio estético en la forma de un ejemplo, del cual es imposible dar la regla.

En este mismo sentido sería un proyecto interesantísimo y profundamente transformador realizar una crítica de los modelos paradigmáticos de la arquitectura, entendido como procedimiento metodológico analógico.

Frente a esto, la pregunta podría ser ¿Es posible instrumentalizarlo?


En otras palabras, el paradigma, aun cuando es un fenómeno singular sensible, contiene de algún modo el eidos, la forma misma que se trata de definir. No es, entonces, un simple elemento sensible presente en dos lugares diferentes, sino algo así como una relación entre lo sensible y lo mental, el elemento y la forma («el elemento paradigmático es él mismo una relación» (…)La relación paradigmática no se da tan sólo entre los objetos singulares sensibles, ni entre éstos y una regla general, sino, ante todo, entre la singularidad (que se vuelve así paradigma) y su exposición (es decir, su inteligibilidad).(Agamben, 2010)
Finalmente a manera de listado las ideas desarrolladas en el texto:
Intentemos ahora fijar en forma de tesis algunas de las características que, según nuestro análisis, definen el paradigma:
1) El paradigma es una forma de conocimiento ni inductiva ni deductiva, sino analógica, que se mueve de la singularidad a la singularidad.
2) Neutralizando la dicotomía entre lo general y lo particular, sustituye la lógica dicotómica por un modelo analógico bipolar.
3) El caso paradigmático deviene tal suspendiendo y, a la vez, exponiendo su pertenencia al conjunto, de modo que ya no es posible separar en él ejemplaridad y singularidad.
4) El conjunto paradigmático no está jamás presupuesto a los paradigmas, sino que permanece inmanente a ellos.
5) No hay, en el paradigma, un origen o una arché: todo fenómeno es el origen, toda imagen es arcaica.
6) La historicidad del paradigma no está en la diacronía ni en la sincronía, sino en un cruce entre ellas.

[1] “lo que los miembros de cierta comunidad científica poseen en común, es decir, el conjunto de las técnicas, los modelos y los valores a los que los miembros de la comunidad adhieren más o menos conscientemente” (Agamben, 2010)
[2] “(…) que Kuhn considera «el más nuevo» y profundo: el paradigma es simplemente un ejemplo, un caso singular que, a través de su repetibilidad, adquiere la capacidad de modelar tácitamente el comportamiento y las prácticas de investigación de los científicos” (ídem)


Fuentes:
AGAMBEN, G. (2010). ¿Qué es un paradigma? In Signatura rerum. Sobre el método (1st ed., pp. 1–16). Barcelona: Anagrama.
EISENMAN, P. (2011). Diez edificios canónicos (1st ed.). Barcelona: Gustavo Gili.

Fuente de imagen: BROID, I. (2005). Arquitectura y lugar (´1). México D.F.: Facultad de Arquitectura UNAM.

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