SALINGAROS, Nikos (2013): Teoría Unificada de la Arquitectura

Salingaros, Nikos (2013): Teoría de la arquitectura unificada, Capítulo 1 recuperado de http://www.archdaily.mx/mx/02-299979/teoria-de-la-arquitectura-unificada-capitulo-1


La Arquitectura es un acto humano que invade y desplaza el ecosistema natural. El orden biológico es destruido cada vez que eliminamos las plantas nativas para construir edificios e infraestructuras. El objetivo de la arquitectura es crear estructuras para dar hogar a los seres humanos y sus actividades. Los seres humanos forman parte de los ecosistemas de la tierra, a pesar de que tendemos a olvidar eso. 
Lógicamente, la arquitectura tiene que tener una base teórica que comienza con el ecosistema natural. El acto de materiales de construcción se ordena de forma muy específica, y los seres humanos generan un orden artificial a partir de los materiales que se han extraído de la naturaleza y transformados en distintos grados.
(…)
La teoría arquitectónica, en el sentido entendido por este curso, es un marco de trabajo que estudia los fenómenos arquitectónicos utilizando la lógica y los métodos de experimentación científica.  Muchos experimentos han sido realizados por otros, y nosotros los vamos a aplicar en la arquitectura. La teoría proporciona un modelo que explica las investigaciones y observaciones sobre la forma y la estructura.

Una teoría exitosa ayudará a interpretar lo que hace un arquitecto, a pesar de que cada arquitecto probablemente tendrá su propia motivación y explicación. No obstante la teoría nos permitiría comparar entre los diferentes tipos de edificios, y para evaluar cómo ellos se conectan a sus usuarios y la naturaleza.  Podemos entender cómo un edificio se produjo, y cómo se conecta e interactúa con su entorno. 
También sería bueno si la gente común, no sólo arquitectos, pudiesen entender la teoría arquitectónica, y por lo tanto debe ser formulada con ese objetivo en mente. La ventaja es que la gente común va a habitar los edificios, mientras que los arquitectos pueden optar por vivir y trabajar donde quieran. Otro punto crucial es que la mayoría de la actividad de construcción es, y siempre ha sido, la edificación de asentamientos improvisados construidos por los propios. Las personas, no arquitectos, construyen estas estructuras. 

Christopher Alexander ha sido pionero en la teoría del orden por el hombre. Se basa directamente en el orden natural, por lo que no existe  contradicción ni confusión entre los dos tipos. 
Alexander formuló cinco supuestos clave, que le permitieron dedicarse a su trabajo.
(1) El orden natural y artificial se basa en los mismos mecanismos para su funcionamiento. (2) El orden natural es la auto-organización y auto-corrección. Lo que observamos allí es porque funciona.(3)  El orden artificial no es necesariamente una auto-corrección, o tal vez se trata de una escala de tiempo generacional para que los individuos no lo noten. Como resultado de ello, los seres humanos pueden hacer cosas para el medio ambiente natural y construir edificios y estructuras que dañan el mundo. No es fácil de diagnosticar lo que es bueno y distinguirlo de lo que es malo.(4) Es posible utilizar la ciencia para crear herramientas de diagnóstico para lo que es bueno y malo en la creación humana - en la forma en que afectan el medio ambiente natural, incluyéndonos, los humanos.(5) Podemos utilizar el cuerpo humano como un instrumento detector de lo que es bueno y malo en la arquitectura. Supuesto básico: el sentimiento humano es universal, y la gente comparte el 90% de las respuestas, incluso si las personas vienen de diferentes culturas y orígenes.
Para hacer buenos edificios, necesitamos una visión del mundo,  una concepción que el mundo es saludable y que nos permite entender las cosas profundamente. Una cosmovisión sana se basa en la conectividad con el mundo: conexión directa con el orden del universo y de los procesos naturales, ya que se están produciendo continuamente.  
(…)
Lo que está completamente ausente de una cosmovisión estrictamente mecanicista es la conciencia humana, nuestra relación personal y emocional con el universo. Esto puede que no importe en la investigación de algunos problemas técnicos, pero es de suma importancia para las cosas que nos afectan, como la arquitectura. Otra consecuencia importante es la falta de valor en una visión mecanicista del mundo. Un ser humano conectado con el universo sabe la diferencia entre lo bueno y lo malo, lo verdadero y lo falso, hermoso y feo. Estas cualidades no son relativas y no son cuestiones de opinión. Un consumidor desconectado de los valores naturales, por contraste, puede ser alimentado con productos tóxicos y se le hace creer que son buenos.
(…)
Lo contrario – desprendimiento – conduce a una situación peligrosa donde las personas  analizan una situación como mecanismo aislado del mundo. Este es un modelo de un edificio o de una ciudad como una máquina. La ciencia moderna es culpable de contribuir a esta desconexión de la naturaleza, ya que los modelos científicos son necesariamente autónomos y de alcance limitado – de lo contrario, sería inútil. 
(…)
En esta nueva visión del mundo, el ornamento juega un papel fundamental para conectarse los seres humanos con el objetivo del mundo. El ornamento está íntimamente relacionado con la función, en el sentido no mecanicista.
Deseamos considerar la arquitectura y la producción de artefactos humanos también como componentes esenciales de los ecosistemas naturales. El orden y la vida están relacionados. Las cosas naturales tienen un orden intrínseco, y la vida, que normalmente conocemos y entendemos es simplemente una extensión de ese orden. Por esta razón, las construcciones humanas no deben dañar o contradecir el orden natural.
(…)
Los ecosistemas de la tierra (muchos de los cuales están conectados entre sí) contienen, y están contenidos por otros componentes que no metabolizan ni se replican. Sin embargo, cada capa del sistema es interdependiente. Esta característica de la vida en los objetos y situaciones inanimadas surgen de su grado de orden natural, y el cuerpo humano ha desarrollado mecanismos para detectar ese orden. Por lo tanto, no es sorprendente sentir que algo está "vivo", debido a sus propiedades geométricas, a pesar de que el objeto no es biológico.
Los organismos biológicos tienen las características adicionales del metabolismo y la replicación. Una consecuencia muy simple de pensar que un edificio es una entidad "viva", que requiere reparación y restauración. Esta analogía con el metabolismo nos aleja de un principio central de la arquitectura industrial del siglo XX: la búsqueda de materiales permanentes y resistentes al clima. Esta búsqueda se ha vuelto muy cara. Pero, lo peor es que niega las cualidades de la vida. Materiales que en realidad producen que los edificios estén en armonía con los organismos biológicos. Por ejemplo, el complejo de la capilla de Ise en Japón es reconstruido cada 20 años.

Los edificios también participan en la replicación: si un lenguaje de formas es adoptado por otros constructores, entonces, el edificio prototipo original se repite en más copias, no exactamente iguales, pero con la misma información "genética".
Recuerda al dicho de Villagrán, respecto a la correspondencia forma-material
(…)
La calidad de vida percibida viene de configuraciones geométricas específicas,  es posible descubrir reglas que forman una calidad de vida. Incluso en los ejemplos de objetos y lugares no tradicionales del siglo XX que se perciben con propiedades de "vida", la vida viene de su geometría. No se basa en conceptos o imágenes, o modas. Al conectarse a la unidad, sentimos que nos estamos conectando directamente con su creador, quien, por lo tanto, no se esconde detrás de cualquier idea o ideas que contaminan su legítimo carácter. 
(…)
La buena arquitectura no es en realidad una disciplina reduccionista y debe ser necesariamente una disciplina sintética. Si se aplica de manera reduccionista, entonces, es probable que contenga errores que dañan el medio ambiente. Ser adaptable significa sintetizar muchas respuestas diferentes a las necesidades humanas y el orden natural.
Lo más importante es que la arquitectura debe estar directamente relacionada con la evolución humana, las necesidades físicas del organismo, y debe usar la información de acuerdo a la cultura evolucionada. Dejar de lado los orígenes biológicos de necesidades humanas separa la arquitectura del mundo y del comportamiento de la humanidad. El arquitecto debe diseñar un edificio que haga que la gente común se sienta cómoda, y no que simplemente le guste a los arquitectos. Asimismo debe adaptarse a su ámbito, que no este diseñado para otro lugar, o para ningún lugar.

Capítulo 2A

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Con el fin de discutir cualquier supuesta contribución a la teoría de la arquitectura, es necesario definir lo que es la teoría arquitectónica. Una teoría en cualquier disciplina es un marco general que:
(1) explica los fenómenos observados
(2) predice efectos que aparecen en circunstancias específicas
(3) permite a uno crear nuevas situaciones que se desempeñan de una manera predicha por la teoría.
(…)
Un importante requisito para la teoría de la arquitectura es coordinar y dar sentido a observaciones aisladas y sin relación aparente en cómo los seres humanos interactúan con la forma construida. Otro requisito es formalizar estas observaciones en un marco fácil de aplicar que pueda ser utilizado para el diseño.
(…)
Una teoría genuina de la arquitectura se ha desarrollado en dos líneas paralelas. La primera es el enfoque basado en soluciones que históricamente han funcionado. No es sorprendente que esta línea se oriente hacía la arquitectura tradicional, utilizando sus tipologías de manera innovadora. Los arquitectos ignorantes de esta rama de la teoría arquitectónica es malinterpretada, falsamente piensan que simplemente copian antiguos modelos, cuando en realidad están utilizando un vocabulario bien desarrollado para generar novedosas soluciones. La segunda línea de la verdadera teoría arquitectónica se basa en la ciencia.

(…) lamentablemente en la arquitectura, no hay, hasta ahora ninguna base para juzgar entre una teoría verdadera y una falsa. Otras áreas fueron capaces de desarrollar su base teórica sólo después de que se estableció tal criterio, poniendo en marcha un mecanismo para distinguir entre algo real y un sentido irracional. Los arquitectos creen erróneamente que un conjunto de criterios sólo puede existir en un sujeto experimental como la física, sin darse cuenta de que la arquitectura es en sí misma un campo experimental.
(…)
Cada disciplina tiene un acervo de conocimientos acumulados a lo largo del tiempo, lo que explica una gran variedad de fenómenos. (La arquitectura ha estado recopilando información durante milenios). Parte de este conocimiento se codifica en un marco teórico compacto; otras partes son estrictamente fenomenológicas, sin embargo, son probadas mediante la observación y el experimento. Los hechos y las ideas se combinan de una manera particular, común a todas las disciplinas adecuadas.

La característica esencial de un marco teórico válido es una complejidad interior transparente, junto a una conectividad externa. Esto surge de la manera en la cual se desarrollan redes explicativas en el tiempo:
“1) Un conocimiento más reciente sobre un tema se desarrolla sobre la base de conocimientos existentes.
(2) Un viejo conocimiento sólo se sustituye por una mejor explicación del mismo fenómeno y nunca porque la moda ha cambiado — este proceso crea capas conectadas de conocimiento múltiple.
(3) Una teoría en una disciplina debe hacer la transición con sensatez a otras disciplinas.”

(…)
La arquitectura, como una profesión, se desconectó en repetidas ocasiones tanto de su base de conocimientos, y de otras disciplinas en un esfuerzo por permanecer eternamente “contemporánea” (las conexiones recientes publicitadas en la filosofía, la lingüística y la ciencia no obstante, ya que ahora se exponen como engaños). Esto es, por supuesto, la característica definitoria de una moda; lo contrario de una disciplina adecuada. Una y otra vez, la arquitectura ha ignorado el conocimiento derivado de los edificios y las ciudades, y ha abrazado eslóganes sin sentido e influencias absurdas.

http://www.archdaily.mx/mx/02-304386/teoria-de-la-arquitectura-unificada-capitulo-2b

Teoría de la Arquitectura Unificada: Capítulo 2B


Algunas tradiciones son anacrónicas y equivocadas, pero como reservorios de las soluciones tradicionales contra la que comprobar las nuevas propuestas son de inmensa importancia. Una solución nueva puede en algún momento reemplazar una solución tradicional, pero debe tener éxito en restablecer las conexiones con el resto del conocimiento.

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Recientemente, Edward Wilson ha introducido el concepto de “consiliencia” como “el entrelazamiento de las explicaciones causales entre disciplinas distintas” (Wilson, 1998a). La consiliencia afirma que todas las explicaciones en la naturaleza están conectadas, que no hay fenómenos totalmente aislados. Wilson se centra en las piezas incompletas del conocimiento: la amplia región que separa las ciencias de las humanidades.
(…)
Muchas personas anhelan novedad sin tener en cuenta las posibles consecuencias (…)No todo lo que es nuevo es necesariamente bueno.

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Teoría de la Arquitectura Unificada: Capítulo 3


La geometría de un edificio es el resultado de la aplicación de un lenguaje de formas particular elegido por el arquitecto.. Esto determina, en gran medida, la respuesta emocional y fisiológica del usuario.
(…)
Un lenguaje formal incluye los elementos básicos: suelos, muros, techos, volúmenes y sus subdivisiones, ventanas, materiales, ornamentación, y las normas para combinarlos. La composición arquitectónica en el contexto de un particular lenguaje de formas permite diseñar en ese idioma.

Cada proyecto, considerado arquitectura tradicional, tiene su propio lenguaje formal: precisamente, un grupo de lenguas relacionadas, las lenguas evolucionan con variaciones a lo largo del tiempo y entre localidades. El lenguaje depende del clima y de los materiales locales. Es también una continuación de las artes tradicionales, las prácticas sociales y la cultura material.
La arquitectura es adaptable si las combinaciones de expresión de forma se conectan con el leguaje patrón, y si toda forma tradicional evolucionó. Sin embargo, un lenguaje formal podría tener otro objetivo y no ser adaptativo.
(…)
Desde el siglo XX, existen varios ejemplos de lenguajes formales que están por debajo del umbral de complejidad. Esto es así por dos razones, relacionadas con: (1) el lenguaje se ha inventado pero no ha evolucionado, y (2) no se tuvo que adaptar a un lenguaje de patrones.
Voy a utilizar una analogía biológica para la arquitectura y sus dos lenguajes. Consideramos el lenguaje de patrones como la parte de los organismos que metaboliza, y el lenguaje formal como la porción que replica la estructura de un organismo.  La arquitectura se identifica directamente como un proceso vivo (más sobre esto más adelante). Los seres humanos interactúan con los edificios con el fin de utilizarlos y repararlos, un proceso análogo al metabolismo.

(…)
La conexión a las profundas necesidades de los seres humanos y del orden natural nos trae de vuelta a considerar, una vez más, el uso del lenguaje patrón. Nos gustaría ser capaces de distinguir entre los lenguajes formales que se conectan con la naturaleza, de los que no son más que símbolos de moda exitosa. Tales símbolos se basan en criterios establecidos por otros, pero no son expresiones de los profundos valores humanos.

http://www.archdaily.mx/mx/773275/teoria-unificada-de-la-arquitectura-capitulo-4-la-complejidad-del-lenguaje-de-formas-con-lista-de-chequeo

Teoría Unificada de la Arquitectura - Capítulo 4: “La complejidad del lenguaje de formas, con lista de chequeo”


Estas son algunas listas prácticas de reglas que he recopilado, de autoría de: Naum Gabo y Antoine Pevsner,Ludwig Mies van der Rohe, y Le Corbusier.
De los hermanos Naum Gabo y Antoine Pevsner, 1920: “Rechaza la masa cerrada y el volumen, y modela el espacio desde adentro hacia afuera. Rechaza el color y utiliza únicamente el color natural de los materiales de construcción. Rechaza todo ornamento.”
De Ludwig Mies van der Rohe, 1923 : “Plantas abiertas para los interiores. Los materiales se reducen al hormigón, acero y vidrio. Utilícese únicamente muros cortina y estructura de hormigón armado, no utilizar construcción que soporte cargas.”
De Le Corbusier, 1927: “Levántese el edificio de su asentamiento sobre las cimentaciones, de manera que quede suspendido sobre pilares (pilotis). Solo está permitida la construcción con muros cortina. Los techos tienen que ser planos. Las ventanas podrán ser únicamente horizontales y se extenderán entre un pilar de carga y el próximo, lo cual las hace muy amplias (estrechas y largas)”.
Estos tres conjuntos de reglas para el lenguaje de formas del Movimiento Moderno contrastan con el lenguaje arquitectónico tradicional, de manera que el resultado se ve notablemente distinto a lo construido antes del siglo XX. Esta nueva apariencia constituyó buena parte del atractivo en el lenguaje de formas del Movimiento Moderno cuando se introdujo por primera vez.
Dejando de lado los méritos de este nuevo lenguaje formal y sus variantes, hay aquí un llamado a la universalidad, y por lo tanto un rechazo a adaptaciones regionales. Hay además un fuerte interés en rechazar algunos elementos por el mero hecho de pertenecer al lenguaje de formas tradicional: volverse contra la tradición cultural en aras de la innovación.

Nuestra sociedad adoptó el nuevo lenguaje formal modernista (del Movimiento Moderno, no del Art Nouveau) en una gran cantidad de edificios, olvidando todo un repertorio de antiguas y tradicionales formas arquitectónicas. Esto representa una gran pérdida para la base de conocimiento de la profesión arquitectónica. Ninguna sociedad racional debiese echar el conocimiento práctico en la basura, a menos que éste se demuestre inútil o incorrecto.
Nada malo fue descubierto en los lenguajes de formas más antiguos; de hecho, estos lenguajes poseen una amplia gama de cualidades adaptivas, capaces de crear espacios agradables, funcionales y confortables. Así pues, proponemos que un arquitecto pueda aprender de cualquier lenguaje de formas. Algunos lenguajes serán más adecuados que otros para un determinado lugar — un bienvenido retorno a la valoración regionalista puesto que ello conduce a la sostenibilidad.
(…)
Al igual que el lenguaje escrito y hablado, un lenguaje de formas evoluciona con el tiempo, de manera que el cambio se considera algo natural. Lo que no es natural es una drástica reversión de un determinado lenguaje de formas. El asunto crucial aquí es modificar un lenguaje de formas arquitectónico sin que pierda su capacidad adaptativa ni expresiva. Y para lograrlo, el/la arquitecto/a debe comenzar por un profundo respeto por lo que representan los lenguajes arquitectónico tradicionales desarrollados hasta el momento.
(…)

Documentar un lenguaje de formas

Llevar a cabo la tarea de documentar un lenguaje de formas resulta ser toda una experiencia educativa. En primer lugar, este proceso revela la complejidad del lenguaje: qué cantidad de palabras (y esquemas) se requieren para describirlo de manera que pueda ser aplicado en el diseño. Existe una muy sencilla medida de la complejidad que podemos utilizar para ello. La medida de la complejidad de Kolmogorov-Chaitin expresa el tamaño mínimo necesario para describir cierta cantidad de información en un sistema. Es la “cantidad de código” sin incurrir en redundancias. Para un lenguaje de formas, sería el número de palabras de tu “lista de chequeo” completa para tal lenguaje [plantilla proporcionada más adelante].
Esta primera medida de la complejidad de un lenguaje de formas abre una nueva dimensión en el entendimiento de la arquitectura. Satisfacer las necesidades del usuario, adaptarse al clima, región y disponibilidad de materiales, debe llevar a una mayor complejidad en el lenguaje de formas — con un mayor número de palabras. En realidad, tanto los sistemas altamente ordenados como los aleatorios son complejos, aunque de manera diferente. Más tarde estudiaremos esta distinción. Por el momento, observamos que la complejidad de un lenguaje de formas no implica necesariamente adaptación, y  se buscará una correlación entre la complejidad de Kolmogorov-Chaitin y la adaptación regional.
Este modelo nos permite además comparar diferentes lenguajes de formas desde el punto de vista de su complejidad. Lenguajes de formas distintos no pueden compararse visualmente, no solo debido a las muy diversas imágenes que muestran, sino más bien en lo que respecta a la complejidad global de cada lenguaje.
El regionalismo tradicional implica adaptarse a los materiales locales, al clima, a la cultura y a los hábitos sociales. (Más adelante hablaremos sobre las posibilidades de combinar el regionalismo con la arquitectura modernista, es decir, el Movimiento Moderno del siglo XX). Utilizando el modelo de Kolmogorov-Chaitin para medir la complejidad de un lenguaje de formas a partir del número de palabras que constituyan su descripción verbal, podremos investigar cómo la adaptación a las prácticas y tradiciones constructivas locales requiere de una descripción más o menos extensa del proceso de diseño.
(…)
Un lenguaje de formas es como una receta para crear un orden estructural, y sus productos resultantes tendrán su propio aspecto característico. En el corazón de toda lengua hablada o escrita encontramos un conjunto de reglas comunes a todos los idiomas. Podemos buscar aquellas reglas generales presentes en otras ciencias para comprender la similitud entre estilos arquitectónicos visualmente distintos.
(…)
Son propuestas tres leyes para la arquitectura: (1) El orden a pequeña escala consiste en elementos contrastantes pareados . (2) El orden a gran escala se da cuando cada elemento colabora con el fin de reducir la aleatoriedad. (3) Lo pequeño está conectado con lo grande por una jerarquía de escalas intermedias, utilizando una proporción de escalado de alrededor de: e = 2.7.

Veamos las consecuencias de estas reglas al aplicarse en la creación de un orden coherente. La escala más pequeña deberá tener elementos bien definidos para que realmente puedan asociarse. No puede ser totalmente vacío. El acoplamiento se logra a través del entrelazamiento geométrico y del contraste. De esto se deduce que siempre que haya repetición, es un par de elementos que se repite.
La aleatoriedad se reduce mediante el uso de todo tipo de operaciones simétricas: repetición, alineación, traslación, reflexión y la combinación de estas dos últimas. La idea es ser capaz de experimentar la estructura en su totalidad, en lugar de considerar cada componente individual de manera separada. Los componentes en una misma escala están relacionados mediante simetrías comunes, mientras que aquellos que están a diferentes escalas se relacionan por medio de simetrías proporcionales según ampliación.
(…)
Estas directrices además nos ayudan, en un lenguaje de formas, a percibir y reconocer sus armazones estructurales, sus cornisas y sus límites. En la construcción y en el diseño tradicional, dos elementos estructurales rara vez se encuentran sin la mediación de algún tipo de elemento de transición o de borde. Esto se ha eliminado en el lenguaje formal minimalista al que estamos más acostumbrados en estos tiempos, así que nosotros no deberíamos pasar por alto los bordes — que sí aparecen materializados en las formas tradicionales.

Los lenguajes formales no adaptativos de hecho podrían generarse por medio de reglas muy simples. Por ejemplo, “genere una forma escultural con un programa informático y luego constrúyalo como un edificio”, o “arrugue un trozo de papel y después constrúyalo como un edificio”, o bien “dibuje un garabato en una hoja y luego constrúyalo como un edificio”. Estas son descripciones hechas con pocas palabras. Aun así dependen de cierto lenguaje formal industrial, digamos, ideal para almacenes o hangares, para cumplir su objetivo — un modelo de tipo escultural no es adecuado para producir los documentos necesarios para su  construcción. Pautas breves como estas operan junto con un lenguaje de formas desarrollado. El resultado lleva a un edificio con una descripción muy compleja.

Otra regla simple que puede generar complejidad en un lenguaje de formas consiste en invertir o incluso negar un lenguaje de formas existente. De nuevo, esto requiere de un lenguaje desarrollado para actuar sobre él (…)No obstante, un arquitecto puede simplificar drásticamente un lenguaje de formas dado siguiendo la norma “quítelo todo excepto la estructura portante”, reduciendo así su complejidad.

Los arquitectos no suelen tener el hábito de tomar notas sobre su lenguaje de formas. O se sienten dueños de un método de diseño secreto que no quieren que otros copien, o bien no suelen documentar un diseño de esta manera (…)Otros arquitectos e investigadores suelen analizar edificios con posterioridad, llegando a profundizar sobre un lenguaje de formas. Pero incluso estos últimos no tienen la costumbre de documentar el lenguaje de formas.

Medición de la complejidad mediante la lista de chequeo del lenguaje de formas
Rellene lo más brevemente posible la lista de chequeo presentada más abajo, con respecto a su lenguaje de formas elegido. Las secciones incluyen: lista de materiales, formas, dimensiones, etc. En algunas entradas basta con un ‘sí’ o ‘no’ para indicar si un elemento está presente (como puede ser un elemento estructural o las propiedades del mismo). Será necesario estimar tanto las dimensiones actuales de los componentes, como las proporciones relativas de los tamaños entre los estos. Mientras se enlista las conexiones, resulta interesante e insólita (al menos para el pensamiento actual sobre el diseño) la búsqueda y documentación de los elemento intermedios que conectan dos componentes. En muchas construcciones contemporáneas, este elemento intermedio se ha suprimido por razones estilísticas, así que para realizar esta tarea, deberá cambiar su manera de ver las estructuras.
A continuación, calcule la complejidad de Kolmogorov-Chaitin de su lenguaje de formas por medio del recuento total de palabras de su lista de chequeo. A mayor número de palabras, mayor será la complejidad del lenguaje de formas. También estime aproximadamente la adaptación regional de su lenguaje de formas en una escala del 0 al 10 (de menor a mayor grado de adaptación). Esta es la estimación más simple posible para evaluar la adaptación regional de tu edificio, la cual representa lo contrario a cualquier método de diseño abstracto, formal o “universal”. En este sentido, un edificio de Estilo Internacionaltendrá necesariamente un rango muy bajo. Finalmente, busque correlaciones.
Ya el hecho de que podamos medir la complejidad de un lenguaje de formas llama la atención, y más aún que esto sea por un simple recuento de palabras con un procesador de texto. Estamos iniciando una nueva investigación en torno a la complejidad de la arquitectura. Profundizaremos en la correlación entre esta complejidad y la adaptabilidad regional con un segundo modelo que se expondrá más adelante.
Lista de chequeo de lenguaje de formas
NOMBRE DEL LENGUAJE DE FORMAS: ubicación, época, nombre del arquitecto, ¿edificio en particular?
DOCUMENTACIÓN: ¿hay alguna descripción detallada o conjunto de consideraciones prácticas para este lenguaje de formas? (Considerar solo instrucciones, y no justificaciones ideológicas o filosóficas)
MATERIALES: titanio, acero, vidrio, ladrillo, hormigón, madera, piedra, adobe, paja, etc.
COMPONENTES: paredes, pisos, techos, vigas, ventanas, puertas, etc., y sus dimensiones.
CONEXIONES: cornisas, juntas, molduras, encuentros pared/pared, pared/piso, pared/ventana, puerta/pared, pared/techo, fachada/tejado; dimensiones de estas conexiones en comparación con los elementos que unen.
VOLADIZOS Y SALIENTES: tipo de soporte y ubicación.
ARCOS: sí/no, tipo, luz, altura, dimensiones.
COLUMNAS: sí/no, tipo, dimensión, ancho, alineación, vanos, ¿acanaladas?
CONEXIONES EN LAS COLUMNAS: columna/piso: base; columna/techo: capitel; dimensiones relativas.
GEOMETRÍAS: rectangulares, diagonales, o curvas.
FORMAS CARACTERÍSTICAS: geometría de los componentes en su conjunto, sus posiciones relativas y diversidad.
SUBDIVISIONES EN LAS FORMAS: sí/no, en paredes, ventanas, dimensiones relativas.
GRAMÁTICA Y SINTAXIS: ¿cómo se relacionan los componentes entre sí (simetría/asimetría)? ¿Existe alguna norma oculta?
ENTRADA: dimensión relativa con la de otros componentes, método de definición, ¿cambio de nivel?
PORCHES Y BALCONES: sí/no, profundidad, conexión con el techo, ¿frente cerrado con barandas o antepecho sólido?
PLANTA: subdivisión del espacio, orden y jerarquía de habitaciones, circulación.
EXISTENCIA DE ESCALAS: repeticiones bien definidas de elementos a 1mm, 3mm, 1cm, 3cm, o bien 1 pulgada, 10cm, 1m o bien 1 yarda, 3m, 10m, y otras escalas.
COLOR: sí/no, ¿cuáles?, ¿intensidad?, ¿armonizan entre ellos?
SIMETRÍAS MAYORES: simetrías formales entre los 10m y 1m.
SIMETRÍAS MENORES: sub-simetrías en escalas menores, desde 1m hasta el detalle mínimo.
ELEMENTOS DECORATIVOS: elementos mayores no funcionales presentes solo por razones estilísticas.
ORNAMENTOS: sí/no, tipo y diseño, escalas en las que aparecen, extensión.
SUPERFICIES: materiales y texturas presentados al usuario, ¿“amistosas” o no?

El regionalismo arquitectónico está relacionado con la complejidad en el diseño

Después de documentar un lenguaje de formas especifico, medimos su complejidad por medio del recuento de palabras que componen su descripción en la “lista de chequeo del Lenguaje de formas” expuesta más arriba.
Al mismo tiempo, estimamos su adaptación regional en una escala del 0 al 10, siendo el 0 la menor adaptación con su entorno, con la cultura constructiva, y con las necesidades específicas del usuario ligadas a su cultura local. Para ello nos guiamos por lo la acepción de regionalismo en cuanto a la utilización de materiales locales, el empleo de tipologías tradicionales, métodos energéticos de bajo costo y optimización, continuidad histórica en las tipologías de diseño y el uso de ornamentación tradicional, etc.
Cada lenguaje de formas nos da un par ordenado de números (recuento de palabras, adaptación regional), los cuales podemos contrastar. Lo más ilustrativo sería representar la Adaptación Regional en un eje vertical y la Complejidad del Lenguaje de formas, medida a partir del recuento de palabras de su descripción verbal, en un eje horizontal.
El trazado resultante nos indica la correlación existente entre la adaptación regional y la complejidad de un lenguaje de formas. El resultado es de lo más llamativo puesto que la medición de la complejidad del lenguaje de formas evidentemente depende del recuento de palabras, ¡que a su vez depende de la verborrea del que realiza la descripción! A pesar de las evidentes inexactitudes de este método, sus resultados abren un prometedor nuevo campo para investigaciones más rigurosas.
Durante la discusión en una clase evaluando diferentes edificios con sus respectivos resultados, algunos estudiantes señalaron que su elección del edificio “no resultó ser un buen ejemplo después de todo”. Al pedirles explicarlo, afirmaron que fueron atraídos por su edificio en base a los criterios de diseño arquitectónico típicos hoy en día, pero nuestro análisis les mostró que faltaban cualidades más importantes que facilitaran el uso humano y la simple economía. Como resultado, entendieron como juzgar si un lenguaje de formas es adaptativo o no.

http://www.archdaily.mx/mx/774981/teoria-unificada-de-la-arquitectura-capitulo-5

Teoría unificada de la arquitectura: Capítulo 5

El concepto “ecofóbia” se refiere a un irracional, pero profundamente condicionada, reacción en contra de las formas naturales. También ha sido utilizado en psicología clínica para referirse a una fobia de una persona a su propio hogar, pero esa acepción ahora parece anticuada. Sin embargo creemos que estos dos conceptos “ecofobia” y “oicofobia” pueden ser en muchos casos intercambiables. (Linguisticamente, la raíz griega común para “casa” puede escribirse tanto como ecos, así como oikos).

El incentivo de la ciencia.

(…) Mucho se ganará por medio de la utilización de conocimiento basado en la ciencia como nuevo paradigma de cómo enseñar arquitectura. La forma de restablecer a la arquitectura como una disciplina basada en el conocimiento pasa simplemente por reconstruir su marco teórico. Sin un marco teórico basado en la realidad de la percepción humana y la ciencia, la arquitectura permanece abierta a la corrupción y es presa de los caprichos de la ideología, la moda y el culto al individuo.
Tomando en consideración las obvias diferencias entre la arquitectura y las ciencias como disciplinas, hay muchas cosas que se pueden aprender por medio de la conjunción inmediata de sus estructuras intelectuales. La ciencia y el cuestionamiento científico operan a través de la aplicación de una base de conocimiento acumulado. Los científicos enfrentan la investigación con el deseo de extender el cuerpo de conocimientos de su respectiva disciplina. Meticulosamente documentan los resultados exitosos de su investigación para lograr su inclusión al cuerpo de conocimiento principal. Con estos fines, las disciplinas científicas desarrollan, a través del tiempo, lenguajes explícitamente para estos propósitos; de manera de permitir la transcripción y la conservación del conocimiento descubierto para la posteridad. De esta manera, el conocimiento mismo se basa en la existencia de eficientes métodos de almacenamiento de la información.

Una teoría que es superada o considerada errónea es inmediatamente desechada o bien se considera como de interés meramente histórico. Este reemplazo ocurre porque se ha encontrado un mejor método que el anterior QUE EXPLICA EL FENOMENO. Debido a esto la ciencia está constantemente expandiendo su base informativa, mientras mantiene su orden y relevancia en un cuerpo de conocimiento compacto. Este proceso existe por medio del ordenamiento y la compactación de la información científica, tal como las bibliotecas desarrollan un sistema de ordenamiento coherente para poder manejar la enorme y creciente cantidad de información.  El conocimiento solo puede ser útil si es que es fácilmente consultable, y esto depende de tener una sistematización eficiente.

En contraste de esto, la arquitectura aún tiene que desarrollar un sistema efectivo para ordenar su información heredada. De hecho, lo que ocurrió en la disciplina es inimaginable en las ciencias: en algún punto de la década del 1920, en su búsqueda por la innovación en el diseño, un grupo de ideólogos desechó arbitrariamente la base de conocimiento de la arquitectura. La excusa para esta eliminación fue que ayudaría a la disciplina a explorar nuevos territorios (…)Desde ese momento, la innovación arquitectónica ha sido juzgada como exitosa estrictamente en base a como pasa por alto completamente el conocimiento existente.
(…)

La pérdida de información.

Si adoptamos una aproximación científica, no desechamos nada de forma arbitraria del almacenaje de información de la disciplina. La mayoría de los arquitectos aún no tratan a la arquitectura como un científico lo haría, ya que se abstienen de buscar su base de evidencias. La catastrófica pérdida de información arquitectónica y urbana que ocurrió luego de la segunda guerra mundial, implementada por profesores entrenados en el modernismo que adquirieron poder en las escuelas de arquitectura, nunca hubiese sido permitida si es que hubiésemos seguido un modelo científico en la determinación de nuestra arquitectura.

El culto de la fealdad inútil.

La disciplina no podrá avanzar si continúa apoyando ciegamente dogmas de diseño.

http://www.archdaily.mx/mx/776853/teoria-de-la-arquitectura-unificada-capitulo-6

Teoría de la arquitectura unificada: Capítulo 6


(…) resulta útil clasificar los lenguajes de formas en base a cómo se adaptan a cierta localidad. Si se adapta, y por supuesto cualquier lengua se adaptará a su propia localidad: lo que mediremos será el éxito de esa adaptación (lo bien que se ha adaptado). El éxito de adaptación se mide en si los edificios muestran una alta eficacia energética con baja sofisticación tecnológica, de forma que la mayoría de la población pueda beneficiarse de ello. La alta tecnología energéticamente eficiente tiene muchos beneficios pero, por otro lado, suele depender de tecnologías y materiales importados y por tanto es de origen global, no regional.

Intentemos extraer un resultado teórico: “¿Está la complejidad de un lenguaje de formas relacionada con su grado de regionalismo?”
El regionalismo mide en qué medida son utilizados los materiales locales, cómo la cultura local es considerada en la geometría del edificio, como las adaptaciones al clima se vuelven parte del diseño, etc.  Por el contrario, nosotros medimos en qué medida estos factores son ignorados en un esfuerzo de imponer una concepción estilística de manera autoritaria.

En el pasado, el transporte era complicado, así que la gente estaba obligada a utilizar materiales locales. Existe una filosofía, relacionada con el regionalismo, respetuosa con el paisaje y la naturaleza. ¿Se respetan los árboles, los ríos, las montañas y los lagos, o se destruyen indiscriminadamente para hacer hueco a nuevas construcciones? Además, si un edificio se construye con materiales locales de calidad,  teniendo los cuidados y mantenimiento necesarios, tendrá una larga vida. El edificio cobra un sentido que lo hace ser parte del lugar y de su cultura. Por el contrario, los edificios que no se corresponden con el ambiente local, a menudo se deterioran relativamente rápido. De no ser así, pueden convertirse en intrusos indeseados.
(….)
Otro aspecto importante, que merece ser investigado más profundamente, tiene que ver con cómo cada persona reacciona emocionalmente frente a un edificio. Esto tiene mucho que ver con el lenguaje de formas y no tanto con la respuesta específica provocada por este edificio en particular.
Esta pregunta sólo tiene sentido si aceptamos la afirmación de Christopher Alexander, de que el 90% de nuestra respuesta emocional frente a un edificio es compartida dentro de cada cultura.
(…)
Recordemos que Descartes veía las cosas naturales como maquinas separadas unas de otras. Por el contrario, nosotros vemos una persona y al objeto con el que interactúa como dos componentes de un sistema más complejo. La acción de experimentar un artefacto o un edificio une al observador con lo observado.
(…)
Nuestra percepción del mundo se ha vuelto reduccionista en muchos campos, incluyendo el diseño, haciendo caso omiso de la ciencia en el proceso. En la actualidad, el discurso arquitectónico no considera el complejo vínculo entre el observador y lo observado.
(…) cualquier filosofía que se desconecte de la ciencia está destinada a ser engañosa e incluso peligrosa, y esto es especialmente cierto de la “escuela de Frankfurt”.
(…)Las nociones tradicionales de conexión con la arquitectura son consideradas políticamente incorrectas y son seriamente condenadas.
Se ve el surgimiento de un resentimiento contra las nociones tradicionales de belleza, que afecta también a la arquitectura. Los lenguajes de formas tradicionales son declarados indeseables, aptos únicamente para la extinción. Deben de ser remplazados por un único lenguaje universal que refleje la tecnología, la industrialización y la colectivización.
El “Regionalismo crítico” es un movimiento que promueve la adaptación del diseño al ambiente y las condiciones locales y, hasta cierto punto, a los materiales disponibles en el área. Representa una reacción saludable a la no-adaptabilidad del estilo internacional del modernismo. Por desgracia, la inclusión en su nombre de la palabra “crítico” crea una contradicción, puesto que lo vincula con un movimiento filosófico y político anti-regional y anti-tradicional. En la práctica, el regionalismo crítico perpetúa voluntariamente los lenguajes de formas del modernismo. Nuestra opinión es, sin embargo, que el regionalismo debe proteger y volver a utilizar los lenguajes de formas tradicionales. El regionalismo puro debe liberarse de cualquier lenguaje de formas global impuesto desde arriba por fuerzas de uniformización y conformidad.
(…)
“Poner la carreta delante de los bueyes”, es decir, etiquetar como “teoría” un discurso filosófico o político asociado a un lenguaje de formas es una total distorsión del concepto de teoría. Por desgracia, la mayoría de los libros de “teoría arquitectónica” son meros relatos históricos de pensamientos que justifican cierto lenguaje de formas, utilizando criterios que no se basan en el uso humano.
(…)
Durante aproximadamente un siglo, hemos experimentado teorías basadas en proyectos, lo cual no es de ninguna forma una teoría. Un arquitecto diseña un edificio de manera intuitiva, normalmente utilizando un lenguaje de formas desarticulado y a posteriori crea algún tipo de explicación que lo justifique. Esto es simplemente publicidad.


http://www.archdaily.mx/mx/779883/teoria-de-la-arquitectura-unificada-capitulo-7

Teoría de la arquitectura unificada: Capítulo 7


En su calidad de arquitectos del mañana, los estudiantes de arquitectura actuales deben entender el rol y responsabilidad de su profesión como algo intrínsecamente ligado a la existencia humana y la experiencia de la vida. Un nuevo sistema educacional sugerido proporcionaría una forma directa de diseñar ambientes adaptativos, en respuesta a las necesidades crecientes del mercado (la demanda del cliente). A pesar de esto, la mayoría de las instituciones arquitectónicas continúan propagando un modelo curricular que ha mantenido un método basado en la imagen y su peculiar ideología por décadas.
(….)
La educación arquitectónica a futuro debe separar claramente arquitectura de política, así como arquitectura de filosofía autorreferente. Solo los profesores pueden entrenar a los estudiantes para hacerlo. Tanto los profesores como los alumnos pueden lograr esta claridad de pensamiento solo luego de entender las bases teóricas genuinas de la arquitectura, expresadas en términos estrictamente arquitectónicos. Las escuelas tienen una responsabilidad de enseñar una base para el diseño genuinamente arquitectónica.
(…)
Lo que proponemos como Diseño Basado en Inteligencia tiene raíces filosóficas profundas. La arquitectura y el urbanismo humanamente adaptable nacen de un respeto por el significado profundo del ser humano en un universo infinito. Existe un amplio cuerpo de trabajo filosófico que conecta a la humanidad tanto con la naturaleza como con lo sublime. En su tratado de cuatro volúmenes La Naturaleza del Orden (2001-2005), Christopher Alexander establece una fundación filosófica genuina para una arquitectura adaptable.


http://www.archdaily.mx/mx/781956/teoria-de-la-arquitectura-unificada-capitulo-8-un-entendimiento-biologico-de-la-arquitectura

Teoría de la arquitectura unificada - Capítulo 8: Un entendimiento biológico de la arquitectura


La idea de una conexión biológica con la arquitectura ha sido utilizada consecutivamente por: arquitectos tradicionales, modernistas, postmodernistas, deconstructivistas, y por supuesto los arquitectos que dicen crear “formas orgánicas”. Uno podría decir que la conexión propuesta entre la arquitectura y la biología es utilizada para apoyar cualquier estilo arquitectónico. Cuando esto es aplicado de forma tan general, la conexión biológica pierde su valor, o por lo menos se vuelve tan confusa que no tiene ningún significado. ¿Habrá alguna forma de aclarar esta contradicción y confusión resultante?
(…)
El aspecto más esquivo de este tema tiene que ver, antes que nada, con cómo percibimos y conectamos con la forma.
(…)
Para comenzar una búsqueda de como la biología influencia a la arquitectura y el urbanismo, debemos establecer un mapa general del problema. Ya que este es un tema muy amplio, Es útil el dividirlo en una serie de preguntas tales como las siguientes (…)

1.         ¿Por qué algunas formas construidas asemejan formas naturales?
2.         ¿Qué tipos de formas construidas responden de forma más cercana a prototipos biológicos?
3.         ¿Están los seres humanos predispuestos a disfrutar y sentirse cómodos con ciertos tipos de formas?
4.         ¿Están los seres humanos, de la misma forma, predispuestos a construir ciertos tipos de formas?
5.         ¿Vale la pena el imitar a las formas biológicas en nuestras construcciones?
6.         ¿Obtenemos más que solo goce estético – como por ejemplo beneficios físicos y fisiológicos- de un ambiente que captura la esencia de la estructura biológica?
7.         ¿Puede hacernos daño el vivir en un ambiente que contradiga las formas biológicas?
8.         ¿Entendemos realmente las estructuras biológicas de una forma que nos permita imitar más que su apariencia superficial?
(…)
Me gustaría centrarme aquí, por un lado en la conexión entre la arquitectura y el urbanismo, y por otro lado en las estructuras heredadas en el cerebro humano que influencian las funciones de la mente (….)


http://www.archdaily.mx/mx/785351/teoria-de-la-arquitectura-unificada-capitulo-9-fisiologia-humana-y-diseno-basado-en-la-evidencia-parte-i

Teoría de la arquitectura unificada - Capítulo 9: Fisiología humana y diseño basado en la evidencia (Parte I)

(…)
El acercamiento a la arquitectura desde la perspectiva completamente nueva de la coherencia organizada – lo que Christopher Alexander llama “totalidad” – unifica muchos fenómenos. Las distinciones tradicionales entre ornamento  y función, entre edificios y ecología, y entre la belleza y la estructura utilitaria se difuminan. Podemos buscar la “vida” en los artefactos y estructuras, lo cual explica la experiencia que tenemos de ellos.
(…)

Alexander identifica algunas de estas características de esta conexión emocional a los artefactos y estructuras:
1.         Sentimos un sentimiento de alimento emocional de ellos.
2.         Si es que participamos en la construcción de estos, también sentimos este sentimiento de alimentación emocional.
3.         Podemos identificar esta conexión y distinguirla del gusto influenciado por los medios, para luego notar que mucha gente coincide con esta apreciación.
4.         Este no es solo un juicio estético, sino algo que se traslapa con aspectos más profundos de la cultura y la vida.
5.         La conexión puede ser comprobada empíricamente, y no se trata solo de una opinión.

Juzgar el grado relativo de conexión positiva que experimentamos personalmente entre nosotros y alguno de dos objetos es simple. El resultado se obtiene por medio del uso de un truco sicológico. El truco insta a nuestro cerebro a calcular la complejidad organizada de ambos objetos en una forma comparativa, pero no absoluta.

El test del “espejo del yo” de Christopher Alexander se pregunta cuál de los dos objetos que experimento me provee de una mejor imagen de mí mismo. Tenemos que imaginar nuestra personalidad completa, nuestras fortalezas y debilidades, nuestra humanidad, nuestras emociones, potenciales y experiencias de vida como si estuviesen de alguna forma codificadas en la estructura de estos dos objetos. Luego ¿cuál de estos dos objetos es una representación más fiel de mí mismo?

Alexander encontró que más del 80% de las personas escogen, de ese par presentado, el objeto que tiene un grado de “vida” más alto; calculado por otras formas de medir objetivas (…)

Una manera diferente de describir la prueba del “espejo del yo” es sentir como un objeto o ambiente específico afecta nuestra humanidad. Pregúntese a usted mismo: “¿está mi propio sentido de humanidad incrementándose o disminuyéndose por medio de estar expuesto a esta estructura especifica?” Aquí podemos olvidar nuestra civilización mecanicista y utilizar solo nuestra intuición sobre nuestro estados emocionales internos.
La prueba de “espejo del yo”  toma lo que nos recuerda a la naturaleza, como por ejemplo: las escalas jerárquicas naturales,  la complejidad organizada de los materiales naturales, y otras características geométricas que hacen que un objeto luzca más “vivo”. Cuando conectamos a un ambiente porque nos sentimos parte de él, y a gusto en él, podemos desarrollar nuestras vidas y ocupaciones con más placer y menos tensiones. Este sentido de bienestar no ocurre conscientemente.
(…)
Utilizar la prueba de “espejo del yo”  nos da una herramienta clave para implementar un diseño basado en evidencia. Hay dos aspectos en esta metodología. El primero fue deducido con pruebas médicas y mide los efectos de estructuras y ambientes construidos en la salud humana. No es difícil comparar distintas alternativas de diseño de acuerdo a su potencial curativo – es decir, datos duros de pacientes curándose más rápido en ciertos ambientes. En un comienzo aplicado solo al diseño de hospitales, el diseño basado en evidencia es ahora aplicado a otros proyectos más generales.


http://www.archdaily.mx/mx/755491/fundamentalismo-geometrico-una-arquitectura-de-la-desconexion

Fundamentalismo geométrico: una arquitectura de la desconexión


El fundamentalismo geométrico es definido como la apropiación indebida de formas geométricamente simples como una tipología esencial para el ambiente construido. Esto influencia no solo a un nivel de gran escala (por ejemplo en el trazado de una trama urbana y los volúmenes generales construidos), sino que determina los detalles de nuestro ambiente de todos los días en un grado increíble.
(…)
Sostenemos que el orden y la belleza añadidos a la sobre-simplificación geométrica es de una naturaleza artificial y aislante, y genera una forma de alienación ambiental para nuestras comunidades. La gente común intuitivamente percibe la arquitectura y el urbanismo contemporáneo como desconectado y opuesto a los valores tradicionales humanos que ellos consideran sagrados.

Los volúmenes más simples son la esfera, cilindro, cono, pirámide, cubo, mientras que la losa rectangular o la columna cuadrada son preferidas para los rascacielos. Frecuentemente escuchamos a tales estructuras definidas como “esculturales”, lo cual es erróneo (…) Una retroalimentación auto-referente entre el diseño industrial, la arquitectura y el arte liga la “estética de la máquina” de los años 20 a las formas modernistas. Esto tiene poco que ver con la escultura como fuente de emociones humanas positivas, lo cual aplica solo a esculturas que ya satisfacen esta estética. Edificios que imitan a volúmenes básicos pueden ser considerados como “esculturas” solo dentro de la estética acotada que ellos mismos definen.
(….)
La premisa de la arquitectura como un recipiente de vida, que se acomode a las necesidades de los seres humanos para que conecten unos con otros y con la naturaleza en un patrón complejo, está profundamente perdida entre esta esteticización de ideas utilitarias. Filósofos y sicólogos indican que nuestra experiencia del ambiente construido depende de la interacción con aspectos de la vida más profundos que los que podemos notar solo con la experiencia consciente. Aun así la arquitectura en nuestro tiempo está reducida a una especie de escultura minimalista gigante en la cual los seres humanos deben vivir involuntariamente.
(….)
Definitivamente posee sus propios preceptos morales, por ejemplo admite libremente que el brutalismo (el uso de superficies de cemento en bruto) está fundamentado en conceptos más éticos que estéticos. Su dogma insiste en que la arquitectura “honesta” no debería ocultar su estructura: sin embargo la “honestidad” arquitectónica nunca es definida, y tampoco las razones de porque el brutalismo tiene algún valor. En vez de eso, se nos ofrecen argumentos en términos de otras partes del dogma. Incluso los primeros modernistas, quienes eran sinceros en sus intentos de mejorar a la sociedad a través de una nueva arquitectura, no notaron las consecuencias negativas.


http://www.archdaily.mx/mx/756345/fundamentalismo-geometrico-parte-2-un-ataque-a-la-arquitectura-tradicional

Fundamentalismo geométrico (parte 2): un ataque a la arquitectura tradicional


(…) Nos corresponde a nosotros el rescate y renovación del logro más importante de nuestra civilización: el espíritu de pluralismo y democracia, y las instituciones abiertas y auto-reguladas de la ciencia y el aprendizaje.
(…)
Las personas comunes alrededor del mundo no ven al fundamentalismo geométrico como una idea filosófica abstracta – un juego intelectual entre los académicos arquitectónicos y los medios – sino que lo interpretan de acuerdo a sus consecuencias para la sociedad. Las personas lo perciben como un sinónimo de poder económico y militar enorme, de esta manera la arquitectura y el urbanismo contemporáneos son vistos como un ataque industrializado a la trama de sus ciudades, sus redes de conexiones humanas y la ajustada red social que define su forma de vida.
(…)
La arquitectura de hoy ha perdido el sentido de responsabilidad. La construcción en países en desarrollo de megalomaniacos y altamente publicitados edificios contemporáneos es celebrada como una victoria por los académicos arquitectónicos. Es mostrada en las relucientes revistas arquitectónicas, donde los sabios comentaristas alaban a sus arquitectos (a menudo un arquitecto de un país industrializado). Los “arquitectos estrella” se regodean después de poner otro símbolo de su omnipotencia en el mundo. La realidad del asunto es bastante más oscuro: para muchos, representa un llamado a las armas en contra de una invasión simbólica sobre la cultura tradicional. Grupos de personas sensibles probablemente sientan esto como una afronta a sus sensibilidades, y se prepararán para pelear contra cosas mucho peores por venir. Los arquitectos, felices en su mundo de sueños, simplemente no tienen idea de las consecuencias de sus acciones sobre personas cuyos valores y creencias están culturalmente conectados a su entorno. No son capaces de ver una expresión de dominio occidental codificada en formas arquitectónicas contemporáneas, y ni siquiera considerarían este efecto como real.

Simplificación geométrica versus conectividad.

(…)No tenemos más opción que construir un nuevo tipo de sociedad - una que sea posmoderna, sí, pero que articule nuevos principios “conectivistas”, combinando la sabiduría de la historia y de las culturas tradicionales con los últimos adelantos de la ciencia y las matemáticas.
La idea central de la conectividad – la cual se opone a la sobre-simplificación geométrica - es una rasgo fundamental de la buena estructura y la buena arquitectura. Esto se relaciona a la idea de una red, una estructura de conexión que es lo contrario de simples abstracciones. La conectividad es el resultado de nuevos descubrimientos geométricos en la estructura fractal, procesos iterativos, propiedades emergentes, etc. Las estructuras naturales y biológicas aparecen de las interacciones complejas de muchos elementos en diferentes escalas (ya sea más grandes o más pequeñas). Los organismos, las creaciones inconscientes de los seres humanos, y los grandes logros arquitectónicos del pasado son todos fractales, complejos, e internamente conectados en un nivel increíble

Tales estructuras exhiben muchas de las propiedades conectivas de las estructuras naturales, las cuales solo recientemente han sido descritas por el análisis matemático. Estas incluyen: la generación iterativa de formas complejas utilizando procesos y patrones basados en reglas simples, la repetición fractal de formas y texturas a distintas escalas pero manteniendo su relación, la variada adaptación de muchos elementos a un patrón biológico complejo, la aparición de un patrón general de coherencia, y la belleza a partir de elementos relativamente autónomos operando en respuesta simple y directa al ambiente.
Los invito a mirar la geometría de los edificios o ciudades analíticamente, como una estructura matemática pura. Las relaciones conectivas, el posible número de caminos entre unidades y la realidad pública definen la “vida” en la estructura construida. Los ambientes vivos – los cuales experimentamos como “vivos” con nuestros sentidos y en un nivel emocional profundo, y en los cuales nos sentimos más “vivos”- exhiben las características estructurales clásicas de una red (Salingaros, 2005). Las superficies conectan directamente con el usuario, y entre ellas por medio de innumerables simetrías y parecidos matemáticos. Los edificios están físicamente conectados en el sentido visual a través de un proceso iterativo que produce intensa variedad con una notablemente limitada paleta de materiales y formas. La estructura completa es ricamente conectiva en muchos niveles de escala.

La diferencia con lo que construimos actualmente es chocante. Las imágenes tienden a ser generadas por una gran abstracción impuesta sobre el sitio- el mayor acto de fundamentalismo geométrico. La geometría exterior de cada edificio es igualmente rígida y absoluta- asemejando a conceptos relativamente simples como la línea, la trama y el plano. Las relaciones de conexión son restringidas fuertemente por las geometrías simples, fundamentales y extrañas que son impuestas. Un resabio del modernismo temprano.
(…)

http://www.archdaily.mx/mx/764584/por-que-necesitamos-el-ornamento-en-la-arquitectura

¿Por qué necesitamos el ornamento en la arquitectura?


Este texto propone que el ornamento tiene un gran valor en el proceso de vivenciar las formas arquitectónicas de una manera positiva. La coherencia visual de una forma compleja, como es definida por la teoría de sistemas, requiere subestructuras ordenadas en todas las escalas: desde el volumen total del edificio hasta el detalle de la textura del material. Las estructuras naturales tienen esta propiedad, esencialmente fractal. Si una forma hecha por el hombre claramente carece de estructuras ordenadas en una o más escalas, es percibida como visualmente incoherente por los seres humanos, y por consecuencia como extraña a nuestra concepción del mundo (la cual está basada en la consistencia visual).
(…)
La configuración visual y mental humana está conectada a través de procesos evolutivos a la riqueza informacional de nuestro ambiente. Esta experiencia biológica puede explicar en algunos aspectos por que los seres humanos crean ornamentos. Yendo un poco más lejos que el típico análisis “artístico” del ornamento arquitectónico, lo trato de posicionar dentro del contexto de mecanismos biológicos compartidos. Es parte de la naturaleza humana el ordenar nuestro mundo y establecer relaciones de escala de manera de entender mejor nuestra relación con este.
(…)
En total pueden ser definidas ocho “reglas cognitivas para el orden estructural”. Ellas representan el equivalente neuropsicológico de las “tres leyes del orden estructural” que presentamos en el capítulo 1 (…) Es notable el hecho de que el concepto del orden estructural puede ser alcanzado desde tres puntos de vista totalmente distintos: podemos utilizar la ciencia para descubrir cómo es que las estructuras son armadas coherentemente; podemos utilizar al arte y la arquitectura para lograr lo mismo; y descubrimos que nuestra propia mente trabaja justamente de la misma manera. Esto revela una universalidad en los conceptos discutidos en este libro- un nivel de validez que no puede ser de ninguna manera considerada como “accidental”.

Las ocho reglas cognitivas.
1.         Una región de contraste, detalle o curvatura es necesaria.
2.         Un centro o el borde debe estar bien definido.
3.         Ponemos atención a elementos ornamentales simétricos.
4.         La continuidad lineal ordena la información visual.
5.         Las simetrías y los patrones organizan la información.
6.         El relacionar varias escalas diferentes crea coherencia.
7.         Conectamos fuertemente a ambientes coherentes.
8.         El color es indispensable para nuestro bienestar.

Propongo dos argumentos en contra de: el diseño minimalista, y el diseño al azar de formas construidas. El primero es que ambos causan ansiedad y stress psicológico, ya que inhiben la conexión humana mental con una estructura dada, la que  normalmente se da cuando existe información significativa a disposición. El diseño minimalista omite aspectos de la calidez y el confort a nuestros alrededores. Un espacio geométricamente puro puede generar ansiedad. El segundo argumento se centra en una preocupación acerca de un parecido bastante perturbador. Los ambientes construidos minimalistas y desordenados (como los que diseñan muchas estrellas de la arquitectura contemporánea) se asemejan a la percepción de un ambiente normal y visualmente complejo, pero desde la perspectiva de una persona con un sistema perceptivo o mecanismo cognitivo dañado. Este parecido es preocupante, debido a que nuestro cuerpo está programado para responder, y por consiguiente a evitar, el daño perceptual y cognitivo; y los ambientes que están a propósito concebidos de tal manera, a menudo generar una reacción de stress.
(…)
Podemos inferir que la arquitectura adaptada a los seres humanos necesita de ornamentos para generar una sensación de bienestar.

Significado visual.

La organización visual de una forma comunica información a las personas a través de las superficies y geometría que presenta. La experiencia ambiental está basada en una interacción íntima entre los seres humanos con las superficies y espacios, ya que se relaciona con nuestros sentidos. Esto influencia nuestras emociones y estado psicológico, y por consecuencia nuestras acciones. Las superficies interiores y exteriores de un edificio pueden: conectar con el usuario en una forma emocionalmente positiva; permanecer neutrales sin tener efecto; o bien actuar de una manera negativa, repeliendo al usuario. Esta interacción reside en el contenido informacional del espacio y las transiciones de una región a otra, y es independiente de la influencia cultural. Aun cuando las cualidades de las superficies normalmente se consideran separadas de la geometría espacial de un edificio, ambas son en realidad interdependientes, y ambas contribuyen a como la gente responde a sus alrededores.

La arquitectura tradicional utiliza información organizada para establecer una conexión positiva con seres humanos. A través de la historia, los componentes arquitectónicos no funcionales fueron considerados necesarios para que un edificio otorgara un ambiente agradable, y así aumentara su atractivo y uso. Bordes, colores, decoración y materiales ricos en texturas ayudan en este propósito. Los ambientes arquitectónicos tradicionales son inconcebibles sin tales mejoras psicológicas de diseño. Sus arquitectos eran increíblemente sensibles a la necesidad de provocar agrado y satisfacer las respuestas psicológicas humanas.
(…)
Buscamos legibilidad y significado en nuestro ambiente, y somos repelidos por los ambientes que no nos entregan significado, ya sea por la falta de información visual, o porque la información presente no está estructurada. (Klinger y Salingaros, 2000). La necesidad de interpretar la información del ambiente ha guiado el desarrollo evolutivo del ser humano: tanto la visión como la inteligencia se han desarrollado para aumentar nuestra capacidad de procesar información. El ojo y el cerebro forman un solo mecanismo (Hubel, 1988). El diseño en sí mismo es un producto de la visión e inteligencia humana, por consiguiente la complejidad organizada de los diseños tradicionales parece asemejar a las estructuras cognitivas del cerebro humano. Esta observación hace que la razón por la cual construimos formas complejas sea menos misteriosa. Las personas son motivadas a construir de esta manera para extender su conciencia a un dominio más amplio fuera de su propia mente.

https://www.archdaily.mx/mx/804506/teoria-unificada-de-la-arquitectura-capitulo-10-biofilia-nuestro-parentesco-evolucionado-con-las-formas-biologicas

Teoría unificada de la arquitectura - Capítulo 10. Biofilia: Nuestro parentesco evolucionado con las formas biológicas


La estructura física del mundo tiene un efecto enorme sobre los seres humanos. Una tarea fundamental de la teoría arquitectónica es explicar y predecir el impacto que esa estructura viviente -o su ausencia- tiene sobre nosotros.
Todo reside en la geometría. Cierta clase de configuraciones generan estrés en el usuario. Otra clase de configuraciones, aquellas que percibimos como poseedoras de vida, no nos generan estrés, y además nos permiten tener sentimientos positivos. En el este último caso, somos más libres para experimentar una multitud de efectos curativos, precisamente porque no nos vemos arrastrados por la tensión ambiental.
Nuestro objetivo, por lo tanto, es descubrir qué cualidades concretas posee un ambiente saludable, y cuáles son las que nos hacen sentir libres. Este sería un ambiente en el cual no se desperdicia energía en conflictos con configuraciones que producen stress (…)
El primer paso para descubrir las cualidades geométricas que buscamos, es examinar los ambientes naturales. Esto nos lleva al efecto de la Biofilia: la afinidad que los seres humanos sienten con otras entidades biológicas.
(…)
La hipótesis de la biofilia da un giro de 180° a la arquitectura tradicional: no construimos solamente para satisfacer fines utilitarios, sino para poder enriquecernos visualmente de manera continua de los resultados. Resumiendo, siempre hemos construido estructuras que nos hicieran sentir bien y que nos sanaran (…) Esta tradición se detuvo en algún momento del siglo XX. Decidimos — como cultura “moderna” — no recibir retroalimentación enriquecedora del entorno, al contrario de nuestros antepasados.

El enriquecimiento biofílico directo viene del contacto íntimo con las plantas, los animales, la luz natural y la textura de los materiales naturales. En ambientes artificiales, los seres humanos utilizan una variedad de herramientas de diseño para lograr un efecto similar. Formamos nuestros espacios siguiendo geometrías muy específicas y utilizamos colores, adornos y patrones para obtener un enriquecimiento ambiental similar a la de los ambientes naturales. Este proceso no es una imitación superficial de la naturaleza, sino más bien la generación de geometría natural.
Los científicos están empezando a documentar como los factores ambientales, incluida la información proveniente del entorno, afectan a nuestro bienestar fisiológico. Parece que las características geométricas encontradas en la arquitectura tradicional, tales como la ornamentación y las estructuras fractales, provocan una reacción positiva en nuestra neurofisiología. Y esta reacción es parte de la configuración fundamental de nuestro organismo.

Aplicar la biofília para diseñar implica una fusión íntima de estructuras naturales y artificiales. En la práctica, esto significa construir con bordes complejos y difusos que entrelacen a los edificios con el mundo natural. Las plantas incorporadas en los entornos serán parte de complejos ecosistemas verdes, no de partes mono-funcionales. Eso también implica enfatizar escalas más humanas e íntimas, en lugar sólo la gran escala.
(…)
A medida que un mundo basado en imágenes impersonales, no naturales ni humanas, fue substituyendo al mundo real de las emociones, dos visiones distintas pero relacionadas formaron nuestro entorno construido. En primer lugar, empezamos a asociar mentalmente materiales como el pulido metal industrial, la porcelana, el cristal o las superficies de plástico con un entorno antiséptico.


En segundo lugar, por alguna razón los arquitectos adoptaron al lema “expresión tectónica honesta” implicando una superioridad moral, que no es sino otro fetiche asociado a los materiales industriales. No hay ninguna “moral” en una estructura física. Como consecuencia, ahora estamos rodeados de superficies supuestamente “honestas” que no solo no consideran la biofília, sino que deliberadamente se esfuerzan en evitar cualquier efecto biofílico.

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