VENTURI, Robert [1992]: Complejidad y contradicción en la arquitectura
VENTURI, Robert [1992]: Complejidad y contradicción en la
arquitectura <Complexity and contradiction in architecture, 1962> Gustavo
Gili, Barcelona. <fauv: na2760 v46>
La mayor parte de este libro fue escrita en 1962 bajo el
patrocinio de la fundación Graham.
Introducción
<Vincent Scully>: Un libro pluralista fenomenológico
en su método, el texto más importante sobre arquitectura desde Vers une
architecture de Le corbusier escrito en 1923, su primer complemento a lo largo
del tiempo. El de Le corbusier pidió un noble purismo, el de Venturi
adaptación, como antídoto al purismo tiene un reconocimiento de la complejidad
y un gran respeto por lo que existe. Las ideas de Le corbusier han encontrado
una vulgarización terrorífica. Son los sueños de un héroe aplicados en masa.
Supongo que ésa es la explicación de que Venturi sea tan regularmente
antiheroico.
Igual que todos los arquitectos originales Venturi nos hace
ver de nuevo el pasado. Ha llamado la atención sobre el principio de adaptación
en las primeras plantas de Le corbusier.
Muchas especies de gran calidad pueden convivir en un mismo
mundo. Tal diversidad es, en verdad, lo mejor que la época moderna puede
ofrecer a la humanidad. [Venturi] Es uno de los pocos arquitectos cuyo
pensamiento es paralelo al de los pintores pop –y probablemente el primer
arquitecto que capta la utilidad y el significado de sus formas.
Es significativo que las ideas de Venturi hayan suscitado el
resentimiento más amargo, entre los academicistas de la generación del Bauhaus,
con su total carencia de ironía; con su desprecio por la cultura popular. Sus
proyectos tienen una conexión con la experiencia vernácula americana.
No hay manera de separar forma de significado; una no puede
existir son el otro. Sólo pueden haber diferentes estimaciones críticas de los
principales medios a través de los cuales la forma transmite significado al
visualizador.
1. Un suave
manifiesto a favor de una arquitectura equívoca.
Me gusta la complejidad y la contradicción en arquitectura
[…] hablo de una arquitectura compleja y contradictoria basada en la riqueza y
ambigüedad de la experiencia moderna, incluyendo la experiencia que es
intrínseca al arte. Los arquitectos no se pueden permitir ser intimidados por
el lenguaje puritano moral de la arquitectura moderna. Prefiero los elementos
tergiversados que a la vez son impersonales a los aburridos que a la vez son
“interesantes”, los convencionales a los “diseñados”, los integradores a los
“excluyentes”, los redundantes a los sencillos, los reminiscentes que a la vez
son innovadores, los irregulares y equívocos a los directos y claros. Defiendo
la vitalidad confusa frente a la unidad transparente. Acepto la falta de lógica
y proclamo la dualidad.
Defiendo la riqueza de significados; Prefiero “esto y lo
otro” a “o esto o lo otro”. Una arquitectura válida evoca muchos niveles de
significados y se centra en muchos puntos: su espacio y sus elementos se leen y
funcionan de varias maneras a la vez.
Pero una arquitectura de la complejidad y la contradicción
[…] debe incorporar la unidad difícil de la inclusión en vez de la unidad fácil
de la exclusión. Más no es menos.
2. La
complejidad y la contradicción versus la simplificación o el pintoresquismo.
Los arquitectos modernos ortodoxos […] en su intento de
romper con la tradición y empezar todo de nuevo idealizaron lo primitivo y
elemental a expensas de lo variado y sofisticado. Al participar en un
movimiento revolucionario […] abogaron puritanamente la separación y exclusión
de los elementos, en lugar de la inclusión de requisitos diferentes y sus
yuxtaposiciones. Le corbusier, uno de los fundadores del purismo, hablaba de
las “grandes formas primarias” de las que decía que eran “diferentes… y no
tenían ambigüedad” Los arquitectos modernos, con pocas excepciones evitan la
ambigüedad.
Los razonamientos a favor de la simplificación todavía son
normales. Son extensiones de la magnífica paradoja de Mies van der Rohe, “menos
es más”. Paul Rudolph ha expuesto claramente las implicaciones del punto de
vista de Mies: “Todos los problemas nunca pueden ser resueltos…. Verdaderamente
es una característica del S XX que los arquitectos sean muy selectivos al
determinar qué problemas quieren resolver. Por ejemplo. Mies construye
edificios bellos sólo porque ignora muchos aspectos de un edificio. Si resolviese
más problemas sus edificios serían mucho menos potentes”.
La doctrina “menos es más” deplora la complejidad y
justifica la exclusión por razones expresivas. Menos es el aburrimiento
<LESS IS A BORE>.
La casa simple, como campo, es compleja en propósitos si se
expresan las ambigüedades de la experiencia contemporánea. Este contraste entre
medios y objetivos de un programa es significativo. Por ejemplo, aunque los
medios implicados en el programa de un cohete para ir a la luna son casi
infinitamente complejos, su objetivo es simple y contiene pocas
contradicciones; aunque los medios implicados en el programa y estructura de
los edificios son más simples y menos sofisticados tecnológicamente que casi
cualquier otro proyecto de ingeniería, el propósito es más complejo y a menudo
inherentemente ambiguo.
3. La ambigüedad
La complejidad y la contradicción como resultado de la
yuxtaposición de lo que una imagen es y lo que parece. Joseph Albers la
llama”la discrepancia entre el hecho físico y el efecto psíquico” una
contradicción que es “el origen del arte”.
Los pintores pop han usado la ambigüedad, tanto para crear
un contenido paradójico como para utilizar las posibilidades de la percepción.
“Interpretación plural” “incongruencia planeada”. La
ambigüedad intencionada de la expresión se basa en el carácter confuso de la
experiencia reflejado en el programa arquitectónico. Favorece más la riqueza de
significado que la claridad de significado.
4. Niveles
contradictorios: El fenómeno “lo uno y lo otro” en la arquitectura.
Si la fuente del fenómeno lo uno y lo otro es la
contradicción, su base es la jerarquía, que admite varios niveles de
significado entre elementos de valores diferentes. Puede incluir elementos que
son a la vez buenos y malos, grandes y pequeños, cerrados y abiertos, continuos
y articulados, redondos y cuadrados, estructurales y espaciales. Una
arquitectura que incluye diversos niveles de significado crea ambigüedad y
tensión.
La percepción simultánea de un gran número de niveles
provoca conflictos y dudas al observador, y hace la percepción más viva.
Esto es verdad especialmente cuando el observador se mueve a
través o alrededor de un edificio y por extensión a través de una ciudad: en un
momento dado un significado puede ser percibido como dominante; en otro momento
un significado distinto parece más importante.
Aquí hay otra dimensión del “espacio, tiempo y arquitectura”
que implica focos múltiples.
5. Continuación
de los niveles contradictorios: el elemento de la doble función.
El elemento de “doble función” y “lo uno y lo otro” se
asocian, pero hay una diferencia: el elemento de doble función pertenece más a
los aspectos de uso y estructura, mientras que lo uno y lo otro se refiere más
a la relación de la parte con el todo.
El edificio multifuncional en su forma extrema es el Ponte
Vecchio. O los proyectos futuristas de Sant’Elia.
Una habitación puede tener muchas funciones al mismo tiempo
o en diferentes momentos. La idea de corredores y habitaciones cada una con una
única función determinada se creó en el siglo XVIII. La habitación
multifuncional es posiblemente la respuesta más auténtica al arquitecto moderno
preocupado por la flexibilidad.
El elemento de doble-función ha sido usado con poca
frecuencia en la arquitectura moderna. En su lugar, la arquitectura moderna ha
apoyado la separación y especialización en todos los niveles –tanto en los
materiales y estructura como el programa como en el programa y espacio- “La
naturaleza de los materiales” ha excluido al material multifuncional o,
inversamente, la misma forma o superficie para materiales diferentes.
Para Wright, “las formas apropiadas para un material no
podían ser apropiadas para otro”.
En obras como Pilgrim de Robert Rauschemberg, se admite la
contradicción entre los niveles de función y significado con lo que el medio
está en tensión.
6. La adaptación
y las limitaciones del orden: El elemento convencional.
Un orden válido se adapta a las contradicciones
circunstanciales de una realidad compleja. Tanto se adapta como se impone. De
este modo admite “control y espontaneidad”, “corrección y comodidad” – la
improvisación dentro del todo. Tolera modificaciones y arreglos. No hay leyes
fijas en la arquitectura, pero no todo irá bien en un edificio o en una ciudad.
El arquitecto debe decidir, pues estas valoraciones sutiles están entre sus
funciones principales. Debe determinar lo que no se puede tocar y lo que es
susceptible de arreglos; lo que concederá y dónde y cómo. No ignora o excluye
las irregularidades del programa y estructura dentro del orden.
He descrito esta relación como “contradicción adaptada”. ¿No
deberíamos resistirnos a los que deploran la confusión? ¿No deberíamos buscar significados
a las complejidades y contradicciones de nuestra época y reconocer las
limitaciones de los sistemas? Cuando las circunstancias retan al orden, el
orden debería doblarse o romperse: las anomalías y las incertidumbres dan
validez a la arquitectura.
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