Latour, Bruno (2008): Reensamblar lo social. Una introducción a la teoría del actor-red. Buenos Aires: Manantial

 Latour, Bruno (2008): Reensamblar lo social. Una introducción a la teoría del actor-red. Buenos Aires: Manantial 

 

 

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Introducción: cómo retomar la tarea de rastrear asociaciones 

El razonamiento de este libro puede expresarse de modo muy simple: cuando los científicos sociales agregan el adjetivo "social" a algún fenómeno designan un estado de cosas estabilizado, un conjunto de vínculos que, luego, podrá ser puesto en juego para explicar algún otro fenómeno (…) surgen problemas cuando "social" comienza a significar un tipo de material, como si el adjetivo fuera comparable en términos generales a otros calificativos (…)  

13-14 

En ese punto, el significado de la palabra se descompone dado que ahora designa dos cosas enteramente diferentes: primero, un movimiento en un proceso de ensamblado y, segundo, un tipo específico de ingrediente que supuestamente difiere de otros materiales. 

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Lo que quiero hacer es redefinir la noción de lo social regresando a su significado original y restituyéndole la capacidad de rastrear conexiones nuevamente. Entonces será posible retomar el objetivo tradicional de las ciencias sociales, pero con herramientas más adecuadas a la tarea. Después de desarrollar una labor exhaustiva al examinar los "ensamblados" de la naturaleza, creo necesario escudriñar minuciosamente el contenido preciso de lo que está "ensamblado" bajo el paraguas de una sociedad. Esta me parece que es la única manera de ser fiel a los viejos deberes de la sociología, esta "ciencia del vivir juntos". 

Un proyecto de estas características implica, sin embargo, una redefinición de lo que comúnmente se entiende por esa disciplina. Traducida tanto del latín como del griego, la palabra "sociología" significa la "ciencia de lo social". La expresión seria excelente salvo por dos problemas, a saber, el término "social" y el término "ciencia". 

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Lo que querían decir con "sociedad" ha sufrido una transformación no menos radical, lo que se debe en gran medida a la expansión misma de los productos de la ciencia y la tecnología. Ya no esta claro si existen relaciones que sean lo suficientemente especificas como para que se las llame "sociales" y que puedan agruparse para conformar un dominio especial que funcione como "una sociedad". Lo social parece estar diluido en todas partes, y sin embargo en ninguna parte en particular. De modo que ni la ciencia ni la sociedad se han mantenido lo suficientemente estables como para cumplir con la promesa de una "socio-Iogía" sólida. 

Pese a esta doble metamorfosis, son pocos los científicos sociales que han sacado la conclusión extrema de que tanto el objeto como la metodología de las ciencias sociales deben ser modificados en concordancia (…) 

¿Qué es una sociedad? ¿Qué significa la palabra social”? ¿Por qué se dice que algunas actividades tienen una dimensión social"? (…) 

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La primera solución ha sido postular la existencia de un tipo específico de fenómeno llamado "sociedad", "orden social", "practica social", "dimensión social" o "estructura social". En el último siglo, en el que se han elaborado teorías sociales, ha sido importante distinguir este dominio de la realidad de otros, tales como la economía, la geografía, la biología, la psicología, el derecho, la ciencia y la política. 

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Una vez definido este dominio, no importa lo vago de la definición, entonces podía utilizarse para echar algo de luz sobre fenómenos específicamente sociales -lo social podía explicar lo social- y aportar un cierto tipo de explicación para aquello de lo que no pudieran dar cuenta los otros dominios: la apelación a "factores sociales" podía explicar los "aspectos sociales" de fenómenos no sociales. 

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(…) esta versión de la teoría social se ha convertido en la posición por defecto de nuestro software mental, que toma en consideración lo siguiente: a) existe un "contexto" social en el que se dan las actividades no sociales; b) es un dominio específico de la realidad; c) puede ser utilizado como un tipo específico de causalidad para explicar los aspectos residuales que otros dominios (psicología, derecho, economía, etc.) no pueden manejar completamente; d) es estudiado por especialistas llamados sociólogos o socio-(x), "x" representa las diversas disciplinas; e) dado que los agentes comunes siempre están "dentro" de un mundo social que los abarca, en el mejor de los casos pueden ser "informantes" sobre este mundo y, en el peor, ser ciegos a su existencia, cuyo efecto pleno solo es visible para la mirada más disciplinada del científico social; f) no importa lo difícil que sea realizar esas investigaciones, es posible lograr con ellas algo similar a los éxitos de las ciencias naturales al ser tan objetivos como otros científicos, gracias al uso de herramientas cuantitativas; g) si esto fuera imposible, entonces se deben idear métodos alternativos que tomen en cuenta los aspectos "humanos", "intencionales" o "hermenéuticos" de aquellos dominios, sin abandonar el ethos de la ciencia; h) y cuando se pide a los científicos sociales que den asesoramiento experto sobre ingeniería social o que acompañen el cambio social, puede surgir de estos estudios algún tipo de relevancia política, pero solo cuando se haya acumulado suficiente conocimiento. 

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El otro abordaje no da por sentado la afirmación básica del primero. Sostiene que el orden social no tiene nada de especifico; que no existe ninguna dimensión social de ningún tipo, ningún "contexto social"; ningún dominio definido de la realidad al que pueda atribuirse la etiqueta de "social" o sociedad"; que no existe ninguna "fuerza social" que pueda "explicar" los aspectos residuales de las que otros dominios no logran dar cuenta; que los miembros saben muy bien lo que hacen aunque no lo expresen de modo satisfactorio para los observadores; que los actores nunca están insertos en un contexto social y por lo tanto son siempre mucho más que "meros informantes"; que entonces no tiene ningún significado agregar algunos "factores sociales" a otras especialidades científicas; que la relevancia política obtenida a través de una "ciencia de la sociedad" no es necesariamente deseable; y que la "sociedad", lejos de ser el contexto "en el que" rodo esta enmarcado, debe concebirse en cambio como uno de los muchos elementos de conexión que circulan dentro de conductos diminutos. Con algo de provocación, esta segunda escuela de pensamiento podría utilizar como consigna, aunque por razones muy diferentes, aquella famosa exclamación de la señora Thatcher: "¡No hay tal cosa como una sociedad!". 

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(…) la segunda posición toma como el mayor acertijo a resolver lo que la primera toma como su solución, a saber, la existencia de vínculos sociales específicos que revelan la presencia oculta de fuerzas sociales específicas. Desde el punto de vista alternativo, "social" no es un pegamento que pueda arreglar todo, incluyendo lo que otros tipos de pegamento no pueden arreglar; es lo que está pegado por muchos otros tipos de conectores. Mientras los sociólogos (o los socioeconomistas, sociolingüistas, psicólogos sociales, etc.) consideran los agregados sociales como lo dado que debe echar algo de luz sobre los aspectos residuales de la economía, la lingüística, la psicología, la administración y demás, estos otros estudiosos, por el contrario, consideran los agregados sociales como aquello que debería ser explicado por las asociaciones especificas provistas por la economía, la lingüística, la psicología, el derecho, la administración, etc. 

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Si bien la mayoría de los científicos sociales preferiría llamar "social" a una cosa homogénea, es perfectamente aceptable designar can el mismo término una sucesión de asociaciones entre elementos heterogéneos. Dado que en ambos casos la palabra retiene el mismo origen -de la raíz latina socius-, es posible mantenerse fiel a las intuiciones originales de las ciencias sociales al redefinir la sociología no como la "ciencia de lo social" sino como el rastreo de asociaciones. En este significado del adjetivo, lo social no designa algo entre otras cosas, como una oveja negra entre ovejas blancas, sino un tipo de relación entre cosas que no son sociales en sí mismas. 

Al principio esta definición parece absurda dado que corre el riesgo de diluir la sociología de tal modo que signifique cualquier tipo de agregado, desde enlaces químicos hasta legales, desde fuerzas atómicas hasta cuerpos colegiados, desde ensamblados fisiológicos hasta políticos. Pero este es precisamente el punto que esta rama alternativa de la teoría social quiere establecer, que todos esos elementos heterogéneos podrían ser reensamblados en algún estado dado de cosas. Lejos de ser una hipótesis inconcebible, es por el contrario la experiencia más común al enfrentar el desconcertante rostro de lo social. Se comercializa una nueva vacuna, se ofrece un nuevo puesto de trabajo, se crea un nuevo movimiento político, se descubre un nuevo sistema planetario, se vota una nueva ley, ocurre una nueva catástrofe. En cada instancia tenemos que reordenar nuestras concepciones de lo que estaba asociado porque la definición previa se ha vueIto en alguna medida irrelevante. Ya no estamos seguros de que significa "nosotros"; parece que estamos ligados por "vínculos" que no parecen vínculos sociales comunes. 

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El significado de social en constante encogimiento 

La etimología del término "social" también es instructiva. La raíz es seq-, sequi y el primer significado es "seguir". El latín "socius" denota un compañero, un asociado (…) la genealogía histórica de la palabra "social" se entiende primero como seguir a alguien, luego enrolarse y aliarse y, finalmente, tener algo en común. 

 

Debido a este constante encogimiento del significado (contrato social, cuestión social, trabajadores sociales) tendemos a limitar lo social a los humanos y las sociedades modernas, olvidando que el dominio de lo social es mucho más extenso que eso. De Candolle fue el creador de la cientométrica -el uso de estadísticas para medir la actividad de la ciencia- y, al igual que su padre, fue un sociólogo de las plantas (…) 

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Sin embargo, es perfectamente posible detener la extensión sin creer demasiado en la definición muy restringida de "agencia" que se atribuye a los organismos en muchos panoramas sociobiológicos. 

(…) 

Así, el proyecto general de lo que supuestamente debemos hacer juntos es puesto en duda. EI sentido de pertenencia ha entrado en crisis. Pero para registrar esta sensación de crisis y seguir estas nuevas conexiones es necesario idear una nueva noción de social. Tiene que ser mucho más amplia que aquello a lo que generalmente se llama por ese nombre, pero estrictamente limitada al rastreo de nuevas asociaciones y al diseño de sus ensamblados. Esta es la razón por la que voy a definir lo social, no como un dominio especial, un reino especifico o un tipo de cosa particular, sino como un movimiento muy peculiar de reasociación y reensamblado. 

(…) 

21-22 

Los que fueron colocados en cuarentena debido al virus del SARS descubrieron dolorosamente que ya no podrían "asociarse" con sus familiares y al mismo tiempo fueron asociados debido a la mutación de este pequeño bicho cuya existencia ha sido revelada por la vasta institución la epidemiología y la virología. No es necesario "explicar" la religión por fuerzas sociales porque en sí la definición misma en su mismo nombre- vincula entidades que no son parte del orden social. 

22 

(…) 

Ser social ya no es una propiedad segura y no problemática, es un movimiento que puede no rastrear nuevas conexiones y puede no rediseñar ningún ensamblado bien-formado. 

23 

Creyeron que lo social siempre estaba allí, a su disposición, mientras que lo social no es un tipo de cosa visible o que deba ser postulada. Es visible solo por los rastros que deja (al enfrentar pruebas) cuando se está produciendo una nueva asociación entre elementos que en sí mismos no son "sociales" en ningún sentido. Insistieron en que ya estamos dominados por la fuerza de alguna sociedad cuando nuestro futuro político reside en la tarea de decidir lo que nos une a todos. 

23-24 

A lo largo de este texto aprenderemos a distinguir la sociología estándar de lo social de una subfamilia más radical que llamaré sociología crítica. Esta última rama será definida por los siguientes tres rasgos: no se limita solamente a lo social sino que reemplaza el objeto a estudiar por otra materia hecha de relaciones sociales, sostiene que esta sustitución es insoportable para los actores sociales que necesitan vivir bajo la ilusión de que hay "otra" cosa que lo social allí y considera que las objeciones de los actores a sus explicaciones sociales son la mejor prueba de que esas explicaciones son correctas. 

Para clarificar, llamaré al primer enfoque "sociología de lo social" y al segundo "sociología de las asociaciones" (quisiera poder usar "asociología") (…) Desgraciadamente el nombre histórico es "teoría del actor-red" (TAR), nombre que es tan torpe, tan confuso, tan falto de sentido, que merece ser preservado (…) Estaba por dejar de lado esta etiqueta a favor de algo más elaborado como "sociología de la traducción", "ontología del actante-rizoma", "sociología de la innovación", etc., hasta que alguien me señaló que la sigla TAR era perfectamente adecuada para un viajero ciego, miope, adicto al trabajo, rastreador y colectivo. ¡Una hormiga* que escribe para otras hormigas, esto encaja muy bien con mi proyecto! 

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A continuación, algunas de las pruebas que me han resultado más útiles. 

Una de ellas es el rol preciso que se Ie reconoce a los no-humanos. Deben ser actores () y no simplemente los infelices portadores de una proyección simbólica. 

(…) 

Otra prueba es verificar en qué sentido va la explicación. La lista de lo que es social ¿incluye al final el mismo repertorio limitado que ha sido utilizado para explicar y hacer desvanecer la mayoría de los elementos? Si lo social permanece estable y es usado para explicar un estado de cosas, no es una TAR. 

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Una tercera prueba, más difícil, seria verificar si un estudio apunta a reensamblar lo social o sigue insistiendo en la dispersión y la deconstrucción. Se ha confundido a la TAR con el énfasis posmoderno en la crítica de las "grandes narrativas" y del punta de vista "eurocéntrico" o "hegemónico". Esta es sin embargo una visión muy equivocada. La dispersión, la destrucción y la deconstrucción no son las metas a lograr sino lo que hay que superar. Es mucho más importante verificar cuales son las nuevas instituciones, procedimientos y conceptos capaces de reunir y de volver a relacionar lo social (…) 

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Las dos tradiciones pueden reconciliarse fácilmente, siendo la segunda simplemente la reanudación de la tarea que la primera creyó cumplida demasiado rápido. Los factores reunidos en el pasado bajo la etiqueta de "dominio social" son simplemente algunos de los elementos a ser reunidos en el futuro en lo que llamaré no una sociedad sino un colectivo. 

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Existir es diferir; la diferencia en un sentido es el lado sustancial de las cosas, lo que más tienen en común y lo que las hace más diferentes. Se debe partir de esta diferencia y abstenerse de tratar de explicarla, especialmente comenzando por la identidad, como lo hace equivocadamente tanta gente. Porque la identidad es un mínimo y, por lo tanto, un tipo de diferencia, y un tipo muy raro, del mismo modo que el descanso es un tipo de movimiento y el circulo un tipo de elipse. Comenzar por alguna identidad primordial implica en el origen una singularidad prodigiosamente improbable, o si no el oscuro misterio de un ser simple que se divide por ninguna razón en particular (Tarde, 1895/1999, pág. 73). 

Este libro acerca de cómo utilizar la TAR para reensamblar las relaciones sociales está organizado en tres partes, correspondientes a las tres tareas que la sociología de lo social ha reducido a una misma cosa por razones que ya no se justifican: 

¿Cómo desplegar las muchas controversias acerca de las asociaciones sin restringir por adelantado lo social a un dominio específico? 

¿Cómo hacer plenamente rastreables los medios que permiten a los actores estabilizar esas controversias? 

¿A través de que procedimientos es posible reensamblar lo social no en una sociedad sino en un colectivo? 

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(…)  

Si es cierto que las visiones de la sociedad ofrecidas por los sociólogos de lo social fueron principalmente un modo de asegurar la paz civil cuando el modernismo estaba en marcha, ¿qué tipo de vida colectiva y que tipo de conocimientos deben recoger los sociólogos de las asociaciones cuando la modernización ha sido puesta en duda y la tarea de encontrar maneras de cohabitar sigue siendo más importante que nunca? 

34-35 

En algunos sentidos este libro semeja una guía de viaje por un terreno que es a la vez completamente banal -no es más que el mundo social al que estamos acostumbrados- y completamente exótico: tendremos que aprender a bajar la velocidad con cada paso. Si a los estudiosos serios no les parece digno comparar una introducción a una ciencia con una guía de viaje, les recordamos amablemente que "dónde viajar" y "que es lo que vale la pena ver allí" no es más que una manera de decir con claridad lo que generalmente se expresa con el pomposo nombre griego de "método" o, aún peor, "metodología". 

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PARTE I 

CÓMO DESPLEGAR CONTROVERSIAS ACERCA DEL MUNDO SOCIAL 

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Introducción a la parte I: del buen uso de las controversias 

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(…) he organizado la primera parte de esta obra por tipos de controversias respecto de qué compone este universo. Al examinar la cuestión, creo que es posible construir, sobre la base de las intuiciones más importantes de las ciencias sociales, cinco incertidumbres fundamentales: 

- la naturaleza de los grupos: hay muchas maneras contradictorias de dar identidad a los actores;  

-la naturaleza de las acciones: en cada curso de acción una gran variedad de agentes parece entrometerse y desplazar los objetivos originales; 

-Ia naturaleza de los objetos: parece no haber limite a Ia variedad de tipos de agencias que participan en Ia interacción; 

-Ia naturaleza de los hechos: los vínculos de las ciencias naturales con el resto de Ia sociedad parecen ser fuente de disputas constantes;  

-y finalmente, respecto de los tipos de estudios que se hacen bajo Ia etiqueta de una ciencia de lo social ya que no resulta claro en qué sentido preciso se puede decir que las ciencias sociales son empíricas. 

 

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La tarea de definir y ordenar lo social debe dejarse a los actores mismos, y no al analista. Es por esto que, para recuperar algún sentido del orden, la mejor solución es rastrear relaciones entre las controversias mismas en vez de tratar de decidir cómo resolver cualquier controversia dada. 

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(…) la TAR sostiene que es posible rastrear relaciones más robustas y descubrir patrones más reveladores al encontrar la manera de registrar los vínculos entre marcos de referencia inestables y cambiantes en vez de tratar de mantener estable un marco (…) No hay nada sorprendente en esto ya que toda disciplina científica es un lento entrenamiento en la elaboración del tipo adecuado de relativismo que puede adaptarse a los datos que nos ocupan. 

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Primera fuente de incertidumbre: no hay grupos, sólo formación de grupos 

 

¿Por dónde empezar? Como siempre, lo mejor es comenzar en media de las cosas, in medias res. 

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Estar relacionado con un grupo u otro es un proceso continuo hecho de vínculos inciertos, frágiles, controversiales y, sin embargo, permanente. ¿No resulta extraño? Si nos limitamos a seguir los indicios del periódico, la intuición fundamental de la sociología debería ser que en cualquier momento dado se hace encajar en un grupo, y a menudo en más de uno, a los actores. Y sin embargo, cuando se lee a teóricos de las ciencias sociales, parecería que la pregunta principal, crucial, más urgente debería ser que grupo es preferible para comenzar una investigación social. ¿Debemos considerar que los agregados sociales están compuestos de "individuos", "organizaciones", "clases", "roles", "trayectorias de vida", "campos discursivos", "genes egoístas", "formas de vida", "redes sociales"? 

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Si bien somos conscientes de que la primera característica del mundo social es este constante trazado de limites por algunas personas sobre otras personas, los sociólogos de lo social consideran que la principal característica de este mundo es reconocer, independientemente de quien las traza y con qué tipo de herramientas, la existencia incuestionable de fronteras 

49-50 

(…) La primera fuente de incertidumbre de la que se debe aprender es que no existe grupo relevante alguno del que sea posible afirmar que constituye los agregados sociales, ningún componente establecido que pueda usarse como punto de partida incontrovertible. 

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Si alguien me señalara que palabras como "grupo", "agrupamiento" y "actor" no tienen significado, respondería: "Es cierto". La palabra "grupo" es tan vacía que no establece el tamaño ni el contenido. Puede aplicarse a un planeta tanto como a un individuo, a Microsoft tanto como a mi familia, a plantas tanto como a mandriles. Es exactamente por esto que la escogí (…) Considero que es mejor usar el repertorio más general, más banal, incluso el más vulgar, para que no haya riesgo de confundir las expresiones prolíficas de los propios actores. Los sociólogos de lo social, en general, hacen exactamente lo opuesto. Se esfuerzan por producir términos precisos, bien escogidos, sofisticados, para lo que, según ellos, dicen los actores. 

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Si tuviera que ofrecer una lista de casas que permitan verificar que es una buena descripción TAR -esto será un indicador importante de calidad- preguntaría: ¿se permite que los conceptos de los actores sean más fuertes que los de los analistas, o es el analista el que habla solamente? 

UNA LISTA DE RASTROS DEJADOS POR LA FORMACIÓN DE GRUPOS 

No hay motivo para llegar a la conclusión de que debemos perder las esperanzas en la ciencia social por las muchas disputas entre teóricos sociales y entre los mismos actores respecto de cuál debe ser el componente básico para construir la sociedad (…) llega a la conclusión relativista, es decir, científica, de que esas controversias proveen al analista un recurso esencial para hacer rastreables las conexiones sociales. La TAR sostiene simplemente que una vez que nos acostumbremos a estos numerosos marcos de referencia cambiantes se puede lograr una muy buena comprensión de cómo se genera lo social. 

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EI conjunto no genera rastro alguno y por lo tanto no produce información; si es visible entonces se está formando y por tanto generará datos nuevas e interesantes. La solución es sustituir la lista de agregados sociales -tarea imposible- con la lista de elementos siempre presentes en las controversias acerca de grupos -tarea mucho más simple-. Esta segunda lista sin duda es más abstracta dado que se refiere al trabajo necesario para delinear cualquier agrupamiento, pero también genera muchos más datos dado que cada vez que se alude a un nuevo agrupamiento, eI mecanismo de fabricación necesario para mantenerlo vivo se havisible y por tanto rastreable. 

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(…) todos necesitan personas que definan lo que son, lo que deberían ser, lo que han sido. Estas personas trabajan constantemente, justificando la existencia del grupo, invocando reglas y precedentes y, como veremos, comparando una definición con todas las demás. Los grupos no son cosas silenciosas, sino más bien el producto provisorio de un clamor constante hecho de los millones de voces contradictorias que hablan acerca de lo que es un grupo y de quien corresponde a cual (…) Ningún grupo existe sin algún tipo de encargado de reclutamiento. Ningún rebaño de ovejas sin un pastor... , y su perro, su cayado, sus pilas de certificados de vacunación, su montana de papelerío para obtener subsidios de la UE. 

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Si bien los grupos parecen plenamente equipados de por sí, la TAR no ve que puedan existir sin un cortejo más bien nutrido de formadores de grupos, voceros de grupos y cohesionadores de grupos. 

Segundo, cuando se debe trabajar para trazar 0 volver a trazar las fronteras de un grupo, se califica a arras agrupamientos como vacíos, arcaicos, peligrosos, obsoletos, etc. Siempre es por comparación con otros vínculos rivales que se destaca cualquier nculo. De modo que por cada grupo a definir se establece también una lista de antigrupos. 

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Tercero, cuando se forman o redistribuyen los grupos, sus voceros buscan frenéticamente maneras de de-finirlos. Se marcan y delinean sus fronteras, y se hacen fijas y durables. Todo grupo, no importa cuán pequeño o grande sea, requiere un limes, como el que, según el mito, fue trazado por Rómulo en tomo de la Roma naciente. Este hecho es muy conveniente para el analista dado que toda formación de un grupo vendrá acompañada por la búsqueda de una amplia variedad de rasgos, puestos en escena para sostener las fronteras del grupo contra las presiones contradictorias de todos los antigrupos rivales que amenazan con disolverlo. Hay interminables maneras de hacer que la definición del grupo sea acabada y segura, tan acabada y segura que, al final, semeja el objeto de una definición no problemática. Se pueden apelar a la tradición o al derecho. 

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Cuarto, entre los muchos voceros que hacen posible la definición durable de los grupos, deben incluirse los científicos sociales, las ciencias sociales, la estadística social y el periodismo social. Esta es una de las diferencias esenciales entre las dos escuelas de pensamiento (…) En el mundo desarrollado, no hay grupo que no tenga al menos algún instrumento de las ciencias sociales adosado. 

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SIN TRABAJO NO HAY GRUPO 

(…) 

Una manera de marcar esta diferencia es decir que los agregados sociales no son eI objeto de una definición ostensiva -como jarros, gatos y sillas a los que se puede señalar con el dedo índice- sino sólo de una definición performativa. Están constituidos por los diversos modos y maneras en que se dice que existen (…) Para Ia TAR, si se dejan de hacer y rehacer los grupos, se deja de tener grupos. 

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Para los sociólogos de lo social la regla es el orden, mientras que la descomposición, el cambio o la creación son las excepciones. Para los sociólogos de las asociaciones, la regla es la actuación y lo que se debe explicar, las excepciones inquietantes, son cualquier tipo de estabilidad a largo plazo y en una escala mayor. Es como si en las dos escuelas se invirtieran el primer plano y el plano de fondo. 

(…) EI problema con cualquier definición ostensiva de lo social es que no parece requerirse ningún esfuerzo extra para que los grupos sigan existiendo, mientras que la influencia del analista parece no importar en absoluto o simplemente aparece como un factor perturbador que debería minimizarse todo lo posible. EI gran beneficio de una definición performativa, en cambia, es lo opuesto: llama la atención sobre los medios necesarios para sostener incesantemente los grupos y los aportes clave de los recursos propios del analista. 

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MEDIADORES EN OPOSICIÓN A INTERMEDIARIOS 

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Esta es la razón por la que necesite introducir la distinción entre ostensivo y performativo: el objeto de una definición ostensiva permanece, no importa lo que suceda con el indicador del observador. Pero el objeto de una definición performativa desaparece cuando ya no es actuado; o si permanece, es porque otros actores han tomado el relevo. Y este relevo, por definición, no puede ser "el mundo social", dado que es ese mundo precisamente el que está desesperadamente necesitado de un nuevo relevo. 

63 

Un intermediario, en mi vocabulario, es lo que transporta significado o fuerza sin transformación: definir sus datos de entrada basta para definir sus datos de salida. Para todo propósito práctico un intermediario puede considerarse no solo una caja negra sino también una caja negra que funciona como una unidad, aunque internamente este compuesta de muchas partes. Los mediadores, en cambio, no pueden considerarse solo uno; pueden funcionar como uno, nada, varios o infinito. Sus datos de entrada nunca predicen bien los de salida; su especificidad debe tomarse en cuenta cada vez. 

(…) 

63-64 

Como descubriremos poco a poco, esta incertidumbre constante respecto de la naturaleza intima de las entidades -¿se comportan como intermediarios o mediadores?- es la fuente de todas las otras incertidumbres que hemos decidido estudiar. 

64 

La verdadera diferencia entre las dos escuelas de pensamiento se hace visible cuando los "medios" o las "herramientas" usados en la "construcción" son tratadas como mediadores y no como meros intermediarios. 

65 

Para resumir el contraste de modo rudimentario, los sociólogos de lo social creen en un tipo de agregados sociales, pocos mediadores y muchos intermediarios; para la TAR, no hay ningún tipo preferible de agregado social, hay una cantidad interminable de mediadores y cuando se transforman en intermediarios fieles esa situación no es la regia sino una rara excepción que hay que explicar con un trabajo extra, por lo general poniendo en juego aún más mediadores. 

69 

Segunda fuente de incertidumbre: se apoderan de la acción 

 

En la mayoría de las situaciones, usamos el término "social" para referirnos a aquello que ya ha sido ensamblado y actúa como una totalidad, sin ser demasiado puntillosos respecto de la naturaleza precisa de lo que se ha reunido, juntado y empaquetado. Cuando decimos que alga "es social" o "tiene una dimensión social", englobamos un conjunto de aspectos que, por decirlo así, marchan a la par, aunque ese algo podría estar compuesto de tipos de entidades radicalmente diferentes. Este uso no problemático de la palabra está bien mientras no confundamos la oración "¿es social lo que va junto?", con otra que diga, "social designa un tipo particular de casas". Con la primera simplemente queremos decir que estamos tratando con un estado común de cosas cuya vinculación es el aspecto crucial, mientras que la segunda designa un tipo de sustancia cuya característica principal radica en sus diferencias con otros tipos de materiales (…) Para evitar esta confusión entre los dos significados de social, tenemos que abrir una segunda fuente de incertidumbre, que trata en este caso de la naturaleza heterogénea de los ingredientes que componen los vínculos sociales. 

69-70 

Cuando actuamos ¿quién más actúa? ¿Cuántos agentes están, además, presentes? ¿Cómo es que nunca hago lo que quiero? ¿Por qué todos estamos sometidos a fuerzas que no son creadas por nosotros mismos? 

 

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